jueves, 18 de septiembre de 2014

Orgullo Gay Madrid 2014 (Parte 6 de 6)




El tío era andaluz y se había venido a pasar las fiestas del Orgullo Gay en Madrid y se la estaba pasando de puta madre. Una vez llegamos a su habitación follamos, pero el tío como activo no es gran cosa. Hizo lo mejor que pudo pero al parecer le cuesta concentrarse con extraños y necesita conocer a su presa, hetero-gay-reprimido, pensé. Sin lugar a dudas el prototipo de conservador-franquista-pasivo-gay, volví a pensar. Así que aproveché de hacerlo sentir mujer y me lo follé sin piedad alguna.
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Se hicieron las tres de la mañana y estaba cansado. El tío me dijo que me podía quedar a dormir, pero que va, yo soy de los que les gusta amanacer en su casa. ¿Tienes mujer, tío? Me preguntó. Le dije que no, ¿y tú? Le pregunté. Sí, me dijo. “casao y con cuatro hijos”. ¡Vaya mundo! Categoría de hetero-gay-reprimido-andaluz-posible padre irresponsable. Me despedí dejándolo en la cama desnudo y con el culo bien “reventao”.
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Me fui a Cibeles a coger el búho. A mí también me habían “reventao” el culo

jueves, 4 de septiembre de 2014

Orgullo Gay Madrid 2014 (Parte 5 de 6)




Ya en la calle me percaté que el culo me dolía muchísimo, pero estaba feliz y tranquilo. Si me hubiesen puesto allí mismo de nuevo en cuatro patitas,  pues me pongo y le doy culo a quien me lo pida. Los siguientes días tendría que descansar, el poco morro y descaro me había servido para disfrutar de una intensa follada.
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También ayudó mucho me cambio de hábitos alimenticios y de rutina deportiva después de mi infarto. Estaba delgado, cuerpo definido sin llegar a lo excesivamente macizo. Me había convertido de cierta manera en un objeto-cuerpo apetecible dentro del mundillo gay. A pesar, que como suele pasar, no siempre se es del agrado de todo el mundo.
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Ciertamente me he sentido puta, violada y abusada. Pero, ¡venga! ¡que esto no es todos los días macho! He ido creando un entorno de amistades porno-eróticas-gay que antes no tenía y que me permiten al momento de esas necesidades básicas, tener opciones para follar. Sin embargo no les contesté los Whatsapps a ninguno pues la rutina de estos días era pasar directo por mi piso solo a ducharme y dormir, porque la calle después del desfile es para ligar, follar, emborracharse.
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Debo acotar aquí que no todo ha sido sexo también he hecho amistades con muchos extranjeros y gentes de otras partes de España. Bueno, sí, después de follar es que nos hacemos amigos, vale, lo reconozco. En Pelayo me tropecé  con un osete que iba de leather con unos ojos verdes asombrosos. Me tropecé con él como dos veces. La primera me miró y me guiñó un ojo. Lamentándolo mucho no supe cómo reaccionar y pase de largo. La segunda vez fue directamente en la entrada de Bears. Yo quería entrar y ver si podía follarme a algún osete, pero que va, cuando se trata del día del Orgullo Gay en Madrid es como si se tratara  romerías de Nuestra Señora del Rocío.
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Allí mismo, y frente a todo el mundo el tío me abrazó y me metió la lengua que me llegó a la boca del estómago. Nos estuvimos magréandonos contra la pared un ratito y me invitó a su hotel, allí cerca. Así que decidí ir repasando en mis bolsillos si tenía la suficiente cantidad de lubricante y condones. Al parecer, tenía suficiente.

jueves, 21 de agosto de 2014

Orgullo Gay Madrid 2014 (Parte 4 de 6)




Después de mancillar mi honor el fuckin’ asutraliano llenando mi rostro de su espesa lefa, el tío por lo menos fue muy gentil y me dijo que en la cocina había comida y cerveza. Que considerara que esa era mi casa. Que fuera a la cocina y tomara algunos aperitivos. La verdad tenía ganas de seguir follando, pero tanto tiempo con la polla del australiano en mi boca me había secado la garganta pues soy de los que cuando hacen sexo oral tienden a salivar en exceso. En mi caso, lo hago de manera consciente pues deseo que mi saliva funcione como un lubricante natural.
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¡Vaya sorpresa me llevé al entrar a la cocina! No solamente había cualquier cantidad de comida y bebidas que uno pudiera imaginarse. ¡Había de todo un poco! Queso manchego, pinchos de tortilla de patatas, aceitunas de todos los colores y tamaños, torrejoncitos, pan y salchichas para perritos calientes, botellas de cervezas hasta el techo y muchas botellas de vino tinto y sidra. Esto no era una orgía, pensé, esto era realmente una bacanal.
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Pero lo más interesante no estaba en estas cosas. En plena cocina, desnudos como Dios los trajo al mundo, estaban seis tíos follando entre ellos. Estaban conformados en dos tríos y repetían la misma técnica y posición que padecí con el australiano: uno en el centro quien ofrece su boca y su culo en ofrenda al dios Baco, mientras es follado por ambos lados. ¿Era quizás la “marca” de la reunión? Me gustó en verdad el espectáculo pero los tíos e cuestión obstaculizaban el libre tránsito hacia la nevera. Para lo cual pedí permiso, y sin dejar de follarse al tío me abrieron paso. Hubo uno quien incluso me abrió la nevera y me dijo, mientras se follaba a un tío por el culo, que había cerveza fría en la hielera. Cogí una Mahou y le agradecí, le rocé levemente con la cerveza helada un pezón y el tío me regaló una sonrisa. Era otro morenazo, solo que esta vez creo que era sudamericano.
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Con cerveza en mano me dirigí al baño a ver si tomaba una ducha, pues después de la follada me apetecía lavarme y descansar un ratito para seguir en la faena. Al llegar al baño la ducha estaba ocupada por tres tíos que se estaban bañando simultáneamente, se enjabonaban y se magreaban los paquetes con jabón una y otra vez. Se deban besos entre los tres. Pude distinguir claramente que dos eran extranjeros, quizás de Europa del Este o Europa del Norte, no estoy seguro. El otro tío era español y además gallego. Me invitaron a unirme al rollo pero yo sólo quería ducharme. Entendieron y rápidamente salieron de la ducha dejándola para mí. Solito. Estos gestos los agradezco, pues se veía la estaban pasando bien. El tío gallego me dijo que estarían por allí por si quería unirme al grupo. Le agradecí y le dije que ya veríamos.
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Me duché. Salí del baño completamente desnudo y me dispuse a dar un recorrido como si de una sauna se tratara. ¡Menuda orgía! En todas las habitaciones no había menos de diez personas follando en un todos-contra-todos. La última habitación fungía de cuarto oscuro, pero había una lamparita que alumbraba un poquitín. En esta habitación estaban los que follaban con toda su fuerza y sin piedad por el culo del prójimo. Pude apreciar que en una mesa tenían un espejo con unas cuantas líneas de lo que supuse era coca y frasquitos de poppers de todos los tamaños y colores. Uno de los tíos me invitó a entrar tocándome sin vergüenza alguna el culo. ¡Pero una tiene dignidad! Así que me resistí y decidí volver a la cocina  a buscar otra cerveza. ¡Lástima de haber rechazado al vejete que me había tocado el culo! Pues le calculaba unos 60 años. La edad que me gusta en los abueletes morbosos del Cine Duque de Alba.
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Cuando llegué a la cocina eran otros los tíos que estaban follando. Seguían siendo seis, pero en esta oportunidad estaban más pudorosos y los tíos completamente desnudos estaban magreandose en parejas. ¡Vaya, por lo menos se puede coger una cerveza sin molestar a nadie! Pensé.
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A mi alrededor no veía al tío australiano que gentilmente me había invitado a pasar el rato en tan agradable peña. Quería verlo para agradecerle, quizás charlar un ratito con él para poner en práctica mi inglés y ¿por qué no? Quizás pudiera comerme esa polla de nuevo. Me comencé a fastidiar del folleteo así que decidí salir y dar una vuelta por Chueca. A penas eran las seis de la tarde y el día no había terminado. ¡Pero menuda tarde que había pasado!
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 Este lo había considerado mi primera participación activa (aunque fungí de pasivo) del Orgullo Gay en Madrid. Sin duda alguna tendría que repetir para los próximos años.

jueves, 7 de agosto de 2014

Orgullo Gay Madrid 2014 (Parte 3 de 6)




Me mantuve en esa posición con el culo al aire. Desde luego era una invitación a que me follaran. Apenas se había retirado el moreno me embistió con ganas un tío que andaba vestido de cuero. De la tribu de los “Leather”, supuse yo. Esta vez el tío era español y por su acento, quizás vecino mío pues no había duda de sus frases madrileñas. Fue una buena follada a las que el tío le añadía frases como “eres una perra”, “te partiré en dos”, “te mereces ser tratada como una puta” y ese tipo de frases que a mí en lo personal no me gustan, pero en esta ocasión preferí callar  mi orgullo y dejar que el Orgullo Gay me poseyera.
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Después de este tío, vinieron dos más. Uno que por su acento pensé era inglés, y otro que después supe era holandés. El inglés era alto y tenía una verga enorme y proporcional a su tamaño. Supo cómo detenerse en mi próstata y masajearla con su enorme glande. El holandés tenía una polla de tamaño normal, la cual también pude apreciar. Fue el que más tardó en correrse de todos.
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Yo seguía en cuatro patas y mantenía con celo la polla del australiano en mi boca. ¡Qué aguante tenía este hombre! Pero nada es eterno y para cuando el holandés me acababa de terminar de follar el australiano me dice que se va a correr. It’s over. I need come out. Yo le dije mientras me hacía una paja: In my face! Coming in my face!. Quité la boca de la polla del australiano y éste comenzó hacerse una paja con todas  sus fuerzas. Aproveché para acariciarle las bolas y mirar a mi alrededor, la orgía seguía pero los tíos eran otros. Se habían sumado más y otros continuaban en el dale que dale. El australiano se corrió y me echó en la cara una lefa espesa y caliente. No fue mucha leche pero fue densa y con un fuerte olor agrio. El tío me regaló una sonrisa. Se acercó a mí. Me dio un pequeñísimo beso en la boca y me regaló varias toallitas de kleenex. Mientras tanto eché la simiente de mis testículos en el piso. Tuve un orgasmo maravilloso a pesar de que me dejaron doliendo el culo.

jueves, 31 de julio de 2014

Orgullo Gay Madrid 2014 (Parte 2 de 6)




Apenas se abrió la puerta, todo el piso era una gigantesca orgía gay a plena luz del día. (Digo lo de la luz del día, porque siempre que me lanzo a The Cage o The Ring es de noche). No podré decir jamás la cifra exacta de tíos de todos los tipos y nacionalidades, pero creo que éramos más de cincuenta machos fornicando en un gran Todos-Contra-Todos.
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No se había terminado de entrar cuando el tío australiano ya se había quitado los pantaloncillos y me mostraba una gruesa polla. Era una polla de tamaño promedio tirando a pequeña, pero bien robusta y gruesa, se marcaban las venas perfectamente, sin pensarlo mucho me quité allí mismo la ropa y me puse de rodillas a comerle la polla a este tío.
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Mientras me comía la polla eché un vistazo a mi alrededor y el cuadro era fascinante. Conté a cinco tíos que estaban dando de comer polla a cinco más (eso hacen diez tíos). Más allá, en lo que supongo era un pasillo que llevaba a las habitaciones, había un tío dándole de comer polla a dos más (tres más diez son trece). En el centro de la sala había un tío como yo en cuatro patas siendo follado por dos tíos: uno por la boca y otro lo follaba por el culo y en cada extremo habían dos más haciéndose unas pajas mientras esperaban su turno, es decir, este grupo era de siete tíos más los trece anteriores hacen veinte. El australiano y yo sumábamos veintidós. Pero la cosa no terminaba allí, pues de las habitaciones entraban y salían tíos.
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No tendría ni diez minutos de estar mamando la rica polla del autraliano cuando un tío comenzó a magrearme el culo. Miré hacia atrás sin sacarme la polla de la boca y vi a un tío moreno, bajito también pero con una buena polla de envergadura normal tirando a crecer. El tío estaba por meterme el dedo en el ojete cuando lo miré. Se detuvo y me hizo un gesto mostrándome que en su otra mano tenía lubricante y condones. Yo sólo sonreí sin sacarme la polla de la boca y con la mano que me sobraba me abrí las nalgas. No habían pasado ni dos segundos cuando sentí el chorro de lubricante en mi culo y las manos del moreno como me masajeaba el ojete. Volví a mirar para atrás  y el moreno se había puesto un condón amarillo que le quedaba muy bien con su piel. Por el olor pude percatarme de que era un condón con sabor a banana. Me folló una y otra vez y sentí como se venía. Me cogía duro por la cintura mientras me embestía. Yo apretaba mi culo con todas mis fuerzas. Pensé que me iba a desmayar de felicidad. El moreno se corrió dentro de mí. Vi como sacaba su polla de mi humilde ojete. El condón se había quedado en mi culo. ¿Significaba eso buena suerte? El moreno muy gentilmente me sacó el condón del culo que tenía un poquitín de mierda y me dijo un bonito “Thanks”. Me pareció adivinar que su idioma nativo tampoco