lunes, 30 de abril de 2018

Sleazy Madrid 2018

Estos días de puente con el 01 de mayo se lleva a cabo en Madrid el Sleazy Madrid, una menuda fiesta que se realiza en distintos locales, la fiesta va desde el 26 de abril y no se detiene hasta el 02 de mayo. Los organizadores han preparado cinco grandes fiestas en ODARKO, SLEAZY ROOMS, 18 ANIVERSARIO de INTO THE TANK, BRÜT BLACK, y MrB´s PLAYGROUND.
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De todas estas tan solo he asistido a INTO THE TANK, que si bien me lié con unos chavales de Málaga, el resto de los tíos -todos buenorros y de pollas hermosas- estaban un poco en la clásica actitud " no eres lo suficiente guapo para mí". Con los chavales de Málaga fue todo lo contrario, ¡me trataban como a un puto dios! Y es que a mis 45 años, con el cabello casi blanco y un cuerpo que he forjado a punto de footing y natación, pues la verdad no estoy tan mal..., y los chavales se aprovecharon de mí.
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Me he metido en unas folladas espectaculares. Lo que me ha sorprendido es que habiendo tanto extranjero -tíos de Suecia, Bélgica y Reino Unido- solo me he líado con los locales. No era mi estilo en estás fiestas, no tengo problema en comer un buen chorizo español, la facilidad de hablar inglés me ha permitido sobre todo en las fiestas del orgullo, liarme con los extranjeros.
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Bueno, otro Sleazy será.
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Podéis seguir la organización y las distinas actividades aquí:
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http://sleazymadrid.com/es/
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Yo tengo muchas cosas que contaros, pero la jornada no termina y no he tenido tiempo de sentarme a escribir.
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Como os decía, al final me topé con unos chavales de Málaga que se habían venido a Madrid a disfrutar del Sleazy, mucha música electrónica, mucho poppers y sobre todo muchas pollas y tíos. El ambiente en Into the Tank, como os comenté no estaban los tíos muy animosos a liarse con cualquiera, y si bien estos chiquillos tenían ganas de ser follados por tíos duros, los tíos duros estaban buscando a pares semejantes.
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Entre un pezonéo acá y una mamada más allá terminamos los cinco -los chavales eran cuatro- yendo para la sauna Center, los chicos querían conocer en estos tres días todos los antros, vericuetos y sitios de cerdeo de Madrid. Les dije que era imposible en tan poco tiempo y les sugerí que vinieran a las fiestas del Orgullo, pero me comentaron que ya tenían planes con sus familias y que por eso habían venido al Sleazy.
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Como si no fuera poco la follada que nos dimos en la Center, me invitaron a pasar la noche con ellos en un hostal muy famoso en Chueca. Me quedé con ellos y como era de esperarse nos dimos una extraordinaria mamada a cinco corriéndonos sobre uno de los chicos a quien le cumplimos su sueño de ser bañado cual bukake.
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En el desayuno los llevé a comer los clásicos churros con chocolate cerca de Puerta del Sol y les hablé de mi blog, por cierto, yo pagué el desayuno. Era la primera vez que le comentaba a alguien la existencia de este blog. Uno de los chavales lo revisó en su móbil, leyó dos historias y no me creía. Así que les dije "¡anda y que te den por culo, tío!¡Os voy a reseñar en el blog!", uno de ellos me pidió que sin descripciones físicas, lo cual accedí. Si sois lectores habituales de mi blog, sabéis que dedico tiempo a las descripciones físicas y que en esta ocasión, no me detuve en los detalles.
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Pues bien, el Sleazy ha estado de puta madre. Y para los chavales de Málaga, si aún dudáis de mí, pues os digo que de los cuatro solo me follé a tres -el otro decía que yo tenía una polla muy grande y le dolería, cosa falsa pues los otros críos que se lo follaron tenían pollas más largas que las mías-, pero era un chaval muy tímido aunque de mamar constante.
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¡Espero veros pronto y que me folléis!
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Besos


Imagen tomada de la página web oficial del Sleazy Madrid (http://sleazymadrid.com/es/)


lunes, 16 de abril de 2018

Follada Sauna Lavapies (2 de 2)






Comencé con un magreo suave en los muslos del mulato, de esa manera, si me rechazaba estaba a tiempo de dejarlo en paz. Comencé a rosar con mis manos de forma suave y en círculos sus muslos, el tío, lejos de rechazarme, se puso en cuatro patitas ofreciéndome el ojete mientras estaba chupa que chupa la hermosa polla del alto y delgado tío. 
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Viendo tal ofrecimiento, no me quedó más que hacer los honores y comenzar a trabajar el ojete del mulato. Tenía el culo prieto y lampiño, así que rompiendo mi código de higiene personal gay decidí darle unos lengüetazos al ojete del mulato que resultó limpio y de olor bueno. Yo intenciones de follar no tenía, había acudido al sauna tan solo por unas pajas mutuas o si el destino quería que me dieran una buena mamada, pero la providencia se había empeñado en que fuera un activo dominante.
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Comencé a meterle el dedo medio, pero el ojete estaba cerrado; sin embargo, el mulato por pocos segundos sacó la boca de la polla majestuosa y me preguntó si quería usar lubricantes y condones, le respondí que sí, además, mi polla estaba erecta y de pronto me habían entrado por mis venas las ganas de follarme ese culete.
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No sé dónde lo tenía escondido, pero el mulato sin dejar de pajear y mamar la enorme polla del tío delgado me hizo entrega de un sobre de lubricante y de dos condones. Así que sin perder tiempo, me dispuse a lubricar con ternura tan fino ojete. Comencé lubricando los alrededores y poco a poco introducía mi dedo medio en medio de la oscuridad, el moreno comenzó a retozar de placer, eso sí, sin sacar la boca del manjar exquisito. 
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Comencé a trabajarle el culete, esta vez con dos dedos y un poco más de lubricante, el macho mulato estaba muriendo de gusto y eso me excitó más. El tío delgado parecía una estatua, estaba inmutable, no decía nada, permanecía con los ojos cerrados y una polla cada vez más hermosa e inmensa. Quizás era un tío hetero, pensé, de los que tiene novia o esposa pero les gusta dar de mamar y en medio de su infinita vergüenza, se meten a un sauna a dar rienda suelta de sus ocultos placeres pero con cierto matiz de culpabilidad.
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Después de que entró el tercero de mis dedos en el ojete del moreno, quien decidió permanecer con su culito al aire firme, el mulato me preguntó si yo quería Popper para follarle, a lo que le respondí que no necesitaba eso, que mi polla estaba lista y que solo esperaba por él, ¿te follo? El tío entre gemidos y con la boca llena de polla me hizo entender entre murmullos que sí. Fue entonces cuando me puse un poco de lubricante en mi erecta verga y luego me puse el condón sobre el cual coloqué más lubricante. Con mi polla firme le penetré, le abrí las nalgas y fui poco a poco introduciendo mi pene, sentí con satisfacción cómo entraba mi polla pero también me dí cuenta que tendría pocas embestidas pues estaría por correrme.
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Estaba gustoso de ese ojete que me recibía de manera cálida y amable, si bien un poco prieto al principio, se dilató de manera expedita permitiéndome realizar de manera suave el clásico mete-saca. Con una de mis manos magreaba los muslos del mulato y con la otra busqué ser amable y cortés y busqué su polla. Tenía una polla de tamaño promedio tirando a pequeña, estaba en estado morcilla pero nada que una buena mamada no pudiese remediar.
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Estaba disfrutando la polla del mulato cuando veo que el tío delgado le dice algo al oído, por un momento temí que le dijera para irse a un apartado, dejándome en medio de una cálida follada, pero el mulato sin sacar la boca de su polla le murmura con el típico sonido de ‘macho, córrete en mi boca’. Fue entonces cuando el mulato saca la polla de su boca y comienza a pajear de manera intensa al tío delgado el cual se vino en un inmenso chorro de leche. Tíos, de verdad os cuento y quizás no me creeréis, pero hacía mucho tiempo que no veía un chorro de lefa tan abundante, tan espeso y con tanta potencia. Conté cinco poderosos chorros que la próstata del tío delgado ayudaban a difuminar por su pecho. Después de los chorros, siguió manando leche calientita de esa polla, el mulato estaba disfrutando cada mililitro de semen, lo saboreaba, se lo llevaba a la boca, lo escupía de nuevo sobre la polla y extendía por el pecho y el vientre del mulato el cálido y preciado vital líquido. El tío delgado permanecía inmóvil, disfrutando del placer que le proporcionaba el mulato. Yo en condiciones semejantes ya me hubiese retirado pues mi polla queda muy sensible después de cada orgasmo. 
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La imagen me emocionó y me recordó que cerca estaba de mi eyaculación. Le dije al mulato que me quería correr afuera pero el insistió que no, por favor, córrete dentro. Ante situaciones semejantes no puedo decir que no. Así que lo tomé con mis manos por la cintura y comencé una embestida a todo gas. Justo cuando me venía sentí como el mulato apretaba los esfínteres y como su culo me comía la polla. Pegué un grito de placer. Me la estaba pasando de maravilla, hacía mucho tiempo que no hacía un trío y que tampoco me comía un ojete entre prieto y dócil. 
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Después de acabar me retiré lentamente, no sin antes darle unas nalgadas al tío mulato, nalgadas que querían decir muchas gracias, lo he disfrutado. Me sorprendió que el tío mulato seguía disfrutando de la polla y el semen del tío delgado, el cual seguía inmóvil dejándose hacer.
Me quité el condón –lo tiré en el cesto de basura al salir de la sauna de vapor-, me duché y decidí pasar un rato en el bar. Ese día no tuve mayor acción. Me topé con un tío jovencito y delgado con el cual tuvimos unas mamadas de cortesía, pero nada más.
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En el resto del rato que estuve allí no volví a ver al tío delgado ni al mulato. Habrán desaparecido entre la niebla y la lefa por las cañerías.

lunes, 2 de abril de 2018

Follada Sauna Lavapies (1 de 2)






Había decidido pasarme un rato en la sauna de Lavapies. Era martes,  15:00 hrs. y supuse que no habría mucha gente, algunos estarían durmiendo la siesta.  Después de pagar la entrada me dirigí a las duchas en donde me relajé con agua tibia y al salir de allí, me sequé y lubriqué el ojete.
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Hice un recorrido por las instalaciones del local y como lo supuse, tan solo encontré a dos abuelos dando vueltas en busca de ‘algo’, a dos chicos jovenzuelos y que parecían pareja estable tomando unas Mahou en el bar. Así que pensé que la tarde podría ser de esas en las que no consigo nada. Ya me ha pasado en otras ocasiones que entro a una sauna con ganas de follar y ser follado y cuando mucho lo que consigo es un poco de magreo o una tocada de muslos que no va más allá de eso, teniendo que volver a casa después de casi horas de dar vueltas en el sauna y morir con una paja.
Entré a la sauna de vapor y no había nadie. En otras ocasiones he tenido más suerte y me encuentro a uno que otro tío que está dispuesto a ofrecer unas caricias o una boca para comerme el rabo. 
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Al entrar me fui al rincón más oscuro y alejado de la puerta, me quité la toalla, la cual puse sobre el sitio en donde me iba a sentar. Ya sentado cerré los ojos, respiré profundo y me dispuse a disfrutar del calor de la sauna. Mi polla, que había permanecido en estado morcillón se había empequeñecido la pobre, supongo que debido a la inmensa soledad que reinaba en el lugar.
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No sé cuánto tiempo pasó, unos diez minutos o una media hora, en realidad no lo sé, mi cuerpo cada vez está más adaptado a soportar una hora y veinte minutos de calor sin sentirse deshidratado, al cabo de un tiempo entró un tío que pude dilucidar era un poco bajito, de unos veintitantos años, cuerpo definido y de piel morena. El tío se sentó a mi lado pero a una distancia que no permitía el contacto físico. Si alguno de los dos quería juego tendría que moverse unos veinte centímetros para poder hacer contacto corporal. 
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El tío mulato, al igual que yo, se quedó desnudo y comenzó a realizar unos estiramientos de brazos que supuse eran con la intensión de acercarse a mí, pero nada más lejos de eso. El tío realmente estaba estirándose para relajar sus músculos. Traté de fijarme en la polla del tío, pero el vapor y la oscuridad hacía indefinible algo entre sus piernas. Creo que permanecimos en silencio y sin hacer nada por unos diez minutos más, no lo sé. Hasta que entró otro tío.
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El tío que entró era delgadísimo y calculo que mediría casi un metro noventa centímetros de estatura. Por lo general, tíos de semejante tamaño hace que piense que tienen unas pollas gigantescas, aunque a veces uno se enfrenta a algunos chascos.
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El tío largo se sentó justo al lado del tío bajito y mulato. No había pasado ni tres minutos cuando el mulato se le aproximó y comenzó a manosearlo por debajo de la toalla. Mi polla se empalmó rápidamente, fluyendo en sangre y calor. El tío mulato le quitó la toalla al tío delgado y en medio de las sombras pude apreciar una polla colosal. Era enorme, larga, gruesa, con un glande redondo y hermoso. El tío mulato comenzó a comerle la polla, lo hacía con tanta dedicación y devoción que por momentos sentí una inmensa envidia, pues me hubiese gustado que me diera una buena mamada. Pero cuando uno va al sauna hay que dejar las envidas a un lado y ponerse manos a la obra.
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Pensé en acercarme al dúo y hacer quizás un trío, me dio un poquitín de miedo. En otras ocasiones me ha pasado que me acerco a estas parejas, las que se forman en laberintos o rincones oscuros y termino desintegrando a los tórtolos o estos deciden marcharse a un reservado, dejando en mí un malestar moral. Así que me dije: ¡qué rayos Andrés! ¡Si los tíos te rechazan pues, ¿qué es lo peor que te pueda pasar? ¿Qué te mates con unas pajas? Así que decidí acercarme.

(Parte 1 de 2)