miércoles, 15 de septiembre de 2021

Heteromacho


 


Lo llamo Alfredo. Era un tío entre los 46-50 años, habitual de la sauna Octopus.

Era un pajillero profesional: le gustaba pajear y ser pajeado. No le gustaba otra cosa. A veces dejaba que le comieran la polla pero no más de allí. 

Especialmente, entre 2016 y 2017 por razones de trabajo tenía libres los jueves en la tarde, por lo cual, alrededor de las 14 hrs. yo me iba a la Octopus y de vez en cuando me topaba con Alfredo.

Tenía una polla de tamaño promedio pero era gruesa por encima de la media, por lo cual era de fácil pajear y entraba a la boca no sin cierto trabajo. Por lo general, los puntos de cruising para pajear eran en la piscina y la sauna de vapor. Si iba un jueves y nos encontrábamos íbamos a saco: nos metíamos al cuarto de vapor a por unas pajas. En varias ocasiones nos metíamos en un apartado, le gustaba que le comiera el capullo pero no que le lamiera las bolas y menos que le tocara el culo. Sólo una vez me metió la primera falange del dedo corazón en el culo y yo estaba dispuesto a que me follara, pero no quiso, se hacía el heteromacho. A pesar de ello, en par de ocasiones nos hacíamos pajas y él pedía que me corriera sobre su pecho, luego se corría. 


Recuerdos gratos.


(Madrid, 4 de noviembre de 2020)

4 comentarios:

  1. Un poco aburridos los heteromachos, pero a falta de pan... ;-)

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  2. Te comento que al principio molaba: llegaba al mundo saunil, estaba el macho, me sentía muy cansado como para gastar energía y zas! encerrona de pajas y todo bien. Pero uno a veces quiere ir más allá, hacerlo interesante y es justo allí que se pone todo muy aburrido.

    ¡Gracias por escribir!

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  3. La Octopus no tiene jacuzzi, solo la piscina.

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    1. Tienes razón, me he confundido en medio del confinamiento.

      Gracias por escribir.

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