miércoles, 26 de mayo de 2021

Cine ideal [3° visita] Buenos Aires, Argentina. Puteando en América

 




Tengo la tarde libre hasta las 20 hrs, luego tengo cena de negocios. Decido liberar estrés y morbo en el Cine Ideal, me queda cerca del hotel por lo que luego, puedo venir a tomar una ducha y vestirme menos hortera.

Llego sobre las 15 hrs. Una vez dentro subo hacia la sala grande que está en el segundo piso, allí mismo me encuentro con dos travestis: una morena, que luego supe era colombiana y una rubia, argentina. Converso con la que me parece la más guapa, la rubia. Se llama Sol, 1,67 de estatura. Piel blanca, ojos azules, entre los 25 y 30 años de edad. No pierde tiempo y me dice sus tarifas: mamada 4 euros; follada 8 euros. Puedo comer su polla pero no por mucho tiempo. Ella es pasiva, no activa; si quiero que ella me folle cobra 15 euros,[1] todos los servicios incluyen goma y lubricante.

Me voy por su rol de pasiva: follada con mamada de 8 euros. Le pago en pesos argentinos. No tiene cambio, dice que va a cambiar y regresa, que no me mueva de allí. Me quedo esperando y al cabo de unos cinco minutos siento que me han estafado. Me resigno, decido dar una vuelta cuando veo que regresa Sol. Me da el cambio y entramos al cine grande.

Sin perder tiempo nos sentamos en la primera fila. La tía me magrea el paquete, me da besos y bueno…, morreo hasta las profundidades. Su boca y lengua saben a latex. Me baja los pantalones, me pajea, me pone una goma y comienza a mamar. Alterna mamadas con besos de boca. Le toco los senos: silicón firme pero de buen tacto, cirugía de senos redondos como cerezas. Continúa la mamada. Le toco el paquete y debajo de las medias pantis se aprecia una polla pequeña pero muy gruesa. Mi polla está erecta y estamos listos para que la penetre.

Me quedo sentado. Mi polla entra en su “rajita” con mucha facilidad, le digo eso y me responde que ella mantiene el culo lubricado todo el día porque “una no sabe con qué se va a encontrar”. Se mueve, jadea. A nuestro alrededor van pasando tíos que se nos ven y siguen de largo. Sol folla muy bien, es como si conociera el ritmo que mi polla necesita: a veces rápido, a veces lento, es placentero.

La tía quiere que la folle estando ella en cuatro patitas. Nos acomodamos. Cuando la penetro de esa manera siento más placer. Su culo está caliente y húmedo, es agradable. La tía me pide caña y le doy con fuerza, firmeza y ritmo constante. Siento que me corro, la tía me dice que me corra dentro de ella. Ejerzo fuerza, presión…, me corro. Siento las piernas débiles. Nos sentamos. La tía me quita el condón y me limpia con un kleenex; luego ella se limpia el culete. Nos quedamos allí conversando y nos damos más besos con lengua. Le digo que me gusta, que quiero repetir pero otro día. Me dice que ella viene al cine los martes y jueves de 15 a 22 hrs. Justo hoy era martes así que me organizo mentalmente para venir el jueves. Otro beso profundo, con mucha lengua, nos despedimos.

Yo me quedo viendo la peli pornohétero con los pantalones aún abajo. Luego de un tiempo, decido dar una vuelta por el cine: todo estaba desolado. En uno de los baños en que entré escucho que en uno de los apartados una pareja está en el orgasmo. No habían pasado ni un minuto cuando salen un vejete de unos 87 años y un crío de unos 22. Pensé que nadie follaba en los baños del Cine Ideal, están tan descuidados y cutre, además hay tantos rincones oscuros con mejor olor y salubridad que nunca pensé que se usasen los baños. Cada quien tiene sus fetiches.

Volví el jueves siguiente y no estaba Sol. Luego, las siguientes visitas al Cine Ideal las hice solamente los martes y jueves pero a Sol más nunca la volví a ver.  Hace frío en esta parte del mundo y sin Sol aún más.


(Buenos Aires, agosto de 2018)

 



[1] Los precios eran en pesos argentinos, pero al cambio de 2018 esos eran los precios en euros.

miércoles, 12 de mayo de 2021

Cine Ideal – [2° visita – Seconda parte] Buenos Aires Argentina, Puteando en América

 





Después del trío en la sala grande decido dar algunas vueltas. Dentro de la sala grande los dúos y tríos estaban completos, es decir, no quise interrumpir; y los tíos que estaban desocupados estaban o en plan “mírame pero no toques” o en plan de timidez casi absoluta y pues que no tenía yo ánimos de estar incentivando a terceros con el magreo.

 Voy a la sala pequeña. Allí sí estaba funcionando la pantalla con la película pero no había nadie. Decido entonces ir al primer piso. Terminando de subir las escaleras veo fugazmente a una travesti que se pierde escaleras arriba hacia el segundo piso; rápidamente calculo y me doy cuenta que no la alcanzaré. Entro a la sala de cine del primer piso.

 Es una sala algo más pequeña que la de abajo. Calculo unas 53 ½ de butacas. En las salas de los pisos 1 y 2 las pelis que se exhiben son pornohétero, pero toda la acción en la vida real es homo.

Me siento en una de las butacas del fondo, me bajo los pantalones hasta el tobillo y comienzo una paja invocadora. A lo lejos, una travesti le hace una fellatio a un cliente.

 Al cabo de unos minutos llega un tío joven, 25-30 años, rubio, buen porte; en medio de las sombras se aprecia un cipote considerable bajo el pantalón. El tío va en plan mamar y después de palpar con las manos tamaño, grosor, textura y grado de erección de mi polla se la lleva a la boca. Es de mamar suave, intenso y constante; buen ritmo. Juega con mi polla: lame, succiona, se golpea con ella en sus mofletes. Se la traga completa hasta atorarse. ¡Qué mamón! Yo sigo contemplando la peli y de vez en cuando le acaricio la cabeza al tío y hago algunas arqueadas en plan follar su boca. Noto que esto al tío le excita.

 

La peli es la clásica de los casting. Una tía va a una entrevista para ser actriz porno, le hacen una preguntas y luego la someten a una prueba de folleteo. Primero con un negro con una verga inmensa y gruesa. Le miden el nivel de profundidad de la garganta, el talento para el pajeo, la capacidad de mamar y mirar al mismo tiempo. Luego la folla el negro por el chocho y luego a por culo. En esta última secuencia tardaron mucho en penetrarlo y creo que en la vida real a la actriz le dolió mucho, o por lo menos, la actuación del dolor fue excelente. Luego el camarógrafo deja la cámara fija y se une al festín: follan uno por culo, otro por el chocho. Le dan por todas partes, al final los tíos se corren en la cara de la tía y como si fuera poco la escupen sobre el rostro lleno de semen. Escena de humillación y sumisión. ¡Viva el patriarcado, puta de mierda que para eso te pago! Grita el que supongo es el director de la peli.

 

Estaba contemplando la peli y me dejaba hacer la mamada hasta que sentí el llamado inevitable del orgasmo. Le dije que me iba a correr a lo cual el tío me pidió que me corriera en su boca. Me acomodé y me vine en su boca. El tío no dejó que una sola gota de mi semen o de su saliva se saliera. Extrajo toda la sabia de mis huevos y me dejó los conductos deferentes completamente secos. Quedé exhausto. El tío se quedó descansando un rato a mi lado viendo la peli. Le pregunté si quería que le chupara la verga a lo cual, respondió gentilmente que no.

 

Me sentía satisfecho. Decidí dar una vuelta por las otras salas y estaban vacías, no era o un buen día o la hora no era conveniente. Travestis solo ví dos: la que subía las escaleras y la que estaba en la faena de mamadas. Regresé al hotel. Ya tendría tiempo para otras incursiones.