miércoles, 12 de mayo de 2021

Cine Ideal – [2° visita – Seconda parte] Buenos Aires Argentina, Puteando en América

 





Después del trío en la sala grande decido dar algunas vueltas. Dentro de la sala grande los dúos y tríos estaban completos, es decir, no quise interrumpir; y los tíos que estaban desocupados estaban o en plan “mírame pero no toques” o en plan de timidez casi absoluta y pues que no tenía yo ánimos de estar incentivando a terceros con el magreo.

 Voy a la sala pequeña. Allí sí estaba funcionando la pantalla con la película pero no había nadie. Decido entonces ir al primer piso. Terminando de subir las escaleras veo fugazmente a una travesti que se pierde escaleras arriba hacia el segundo piso; rápidamente calculo y me doy cuenta que no la alcanzaré. Entro a la sala de cine del primer piso.

 Es una sala algo más pequeña que la de abajo. Calculo unas 53 ½ de butacas. En las salas de los pisos 1 y 2 las pelis que se exhiben son pornohétero, pero toda la acción en la vida real es homo.

Me siento en una de las butacas del fondo, me bajo los pantalones hasta el tobillo y comienzo una paja invocadora. A lo lejos, una travesti le hace una fellatio a un cliente.

 Al cabo de unos minutos llega un tío joven, 25-30 años, rubio, buen porte; en medio de las sombras se aprecia un cipote considerable bajo el pantalón. El tío va en plan mamar y después de palpar con las manos tamaño, grosor, textura y grado de erección de mi polla se la lleva a la boca. Es de mamar suave, intenso y constante; buen ritmo. Juega con mi polla: lame, succiona, se golpea con ella en sus mofletes. Se la traga completa hasta atorarse. ¡Qué mamón! Yo sigo contemplando la peli y de vez en cuando le acaricio la cabeza al tío y hago algunas arqueadas en plan follar su boca. Noto que esto al tío le excita.

 

La peli es la clásica de los casting. Una tía va a una entrevista para ser actriz porno, le hacen una preguntas y luego la someten a una prueba de folleteo. Primero con un negro con una verga inmensa y gruesa. Le miden el nivel de profundidad de la garganta, el talento para el pajeo, la capacidad de mamar y mirar al mismo tiempo. Luego la folla el negro por el chocho y luego a por culo. En esta última secuencia tardaron mucho en penetrarlo y creo que en la vida real a la actriz le dolió mucho, o por lo menos, la actuación del dolor fue excelente. Luego el camarógrafo deja la cámara fija y se une al festín: follan uno por culo, otro por el chocho. Le dan por todas partes, al final los tíos se corren en la cara de la tía y como si fuera poco la escupen sobre el rostro lleno de semen. Escena de humillación y sumisión. ¡Viva el patriarcado, puta de mierda que para eso te pago! Grita el que supongo es el director de la peli.

 

Estaba contemplando la peli y me dejaba hacer la mamada hasta que sentí el llamado inevitable del orgasmo. Le dije que me iba a correr a lo cual el tío me pidió que me corriera en su boca. Me acomodé y me vine en su boca. El tío no dejó que una sola gota de mi semen o de su saliva se saliera. Extrajo toda la sabia de mis huevos y me dejó los conductos deferentes completamente secos. Quedé exhausto. El tío se quedó descansando un rato a mi lado viendo la peli. Le pregunté si quería que le chupara la verga a lo cual, respondió gentilmente que no.

 

Me sentía satisfecho. Decidí dar una vuelta por las otras salas y estaban vacías, no era o un buen día o la hora no era conveniente. Travestis solo ví dos: la que subía las escaleras y la que estaba en la faena de mamadas. Regresé al hotel. Ya tendría tiempo para otras incursiones.

 

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