Me había enamorado. ¿Cómo volver al puteo después de esa lamida de culo? Difícil estaba volver a la rutina que ofrecía la anónima promiscuidad. Ante ese panorama, decidí dar una putivuelta.
La fauna había crecido. Había de todo un poco. Un grupo de chavales llamó mi atención, pero creo que yo a ellos no les interesé. Realmente, estaban muy entretenidos entre ellos y, como constaté minutos más tarde, eran follamigos y la estaban pasando genial entre ellos. Probé algunas pollas, todas de vejetes y/o gente de mi edad. Le comí la polla a un tío de unos 55 – 60 años, cuerpo tonificado y pollón:unos 22 centímetros de carne dura, gruesa y de buena calidad. Solo activo. No se dejó tocar el culo y tampoco me quiso follar. Estuve un rato mama que mama, pero me aburrí.
Luego, en otro apartado con dos tíos más jóvenes, de unos 33-37 años, nos encerramos los tres y todo fue mamada, pezoneo y toqueteo de culos, hasta que uno de ellos con la clásica excusa de no correrse, decide irse, detrás su amigo y pues, nada. Más putivueltas.
Hubo una pequeña orgía en el lado derecho del cine, es decir, del lado contrario de los glory hole. Digo pequeña, porque fue corta, pero intensa. Creo que no duró más de quince minutos. Cuando yo entro, un tío estaba en cuatro patitas siendo penetrado por otro. Había un tío gordo, inmenso, parecía una montaña. El tío montaña estaba sentado, solo observaba la penetración. Yo me acerco, le pongo mi polla en su cara y pues, lo demás vino por añadidura.
El tío montaña me regaló una buena mamada. Entre mamada y mamada fueron apareciendo tíos. Uno metió el dedo en mi culo. Al experimentar el nivel de docilidad decidió penetrarme. Se puso goma, yo le puse lubri y, mientras el tío montaña mamaba, yo era penetrado con suavidad. Una vez que los cuerpos se acoplaron, hubo un mete saca frenético. Yo me dejé hacer. Cuidé en todo momento que las embestidas no perjudicaran al tío montaña que mamaba con una dulzura que parecía lluvia que refresca el verano (sí, el puteo me hace un poquito poeta).
Luego hubo cambios de puestos. No recuerdo el orden ni cómo fue todo. Estuve en cuatro patitas, pero era penetrado por otro tío. En algún momento estuve acostado, de lado, penetrando a otro tío. En otro momento, eramos cuatro tíos y nos turnábamos para mamarnos entre todos las pollas. Por ahí apareció un tío pequeño, calvo, feo, pero un culo pequeño y lampiño que terminó siendo follado por varios de nosotros. En algún momento hicimos una rueda de cinco tíos, nos pajeamos compulsivamente y cuatro nos corrimos. Todo fue muy rápido. Todo en menos de diez minutos.
Ducha y a por más.
(Continuará)