En mi primer glory hole como activo –porque también quería experimentar como pasivo-mamador-, estaba a punto de correrme. Como toda primera vez, desconocía los caminos de la vida. ¿Qué hacer? Se me ocurrió sacar la polla y correrme por fuera, o avisar al mamador y que él tomara la decisión de que, si quería tragara mi leche, me pajeara, en fin. Decidí correrme y punto.
Me corro. De mi polla siento que sale un chorro de semen. Otro aspecto fascinante de los glory holes: solo sentir, nada de pensar o ver leches. Solo fluido seminal que recorre el universo antes de caer en el estéril suelo o en la panza de algún maricón. Me dejé llevar. Siento como las dos bocas, lejos de apartarse, se acercan a saborear el milagro de la extracción prostática del semen. Las bocas del otro lado chupan, lamen, se besan entre ellas mientras sale lefa. Paradoja eyaculatoria: el orgasmo y la leche duran pocos segundos, es el momento más esperado y punto cumbre de la relación sexual. La lefa dura caliente escasas milésimas de segundo. El orgasmo puede ser muy intenso, pero al bajar el placer, en el caso de muchos hombres, se puede caer en el cansancio absoluto. No en vano, hay hombres y mujeres cuyo mejor somnífero es una paja. Orgasmo, sueño y felicidad.
Yo estaba en pleno orgasmo, lleno de éxtasis, cuando el tío que estaba a mi lado me mete el dedo en el ojete. Y el culo mío, lejos de resistirse, estaba dilatado. Un dedo en el culo, polla en glory hole, dos bocas anónimas brindando placer del otro lado, ninguna dejó que se perdiera ninguna gota de semen, o por lo menos, eso me pareció entender. ¿Podía yo pedir algo más?
Saco con lentitud la polla del glory hole y me reencuentro con mi amiguita: estaba satisfecha. Comenzó su mutación de estado erecto-salvaje a morcillón-placentero y, en breves minutos, sería un glande recubierto de piel arrugada. Lo había disfrutado. Un primer glory hole. Entonces entendí qué es un glory hole. No es un agujero por el cual introduces la polla y del otro lado, una persona anónima te colma de placeres. Lo de Glory es por la intensidad del placer. Es el abandono más egoísta y, por lo tanto, satisfactorio, que alguien puede tener.
Decido tomar una ducha. Estaba entrando fauna a la sauna, aunque no con la dinámica de otros tiempos. Antes. Un domingo a esta hora, no se podía pasar, macho. Ahora, si bien había gente, no era como antes. Pese a ello, en mi camino hacia las duchas vi gente mamando y follando. Gente que no le importa ser vista y que le da morbo al lugar.
Luego de la ducha, me tumbaría en algún apartado a dormir una siesta. Después, probaría suerte en los glory holes, esta vez como pasivo-mamón.
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