martes, 7 de enero de 2020

Puteando en América - Introducción - primera parada: Cuenca, Ecuador.



Mi jefe me encomendó a realizar un viaje por el Nuevo Mundo con la finalidad de hacer estudios de mercado en cuatro países disimiles entre sí: Ecuador, Chile, Argentina, México y Estados Unidos de América. Sería un viaje largo, fuerte y agotador. No me apetecía salir de casa, es decir, de Madrid; si bien esto de viajar le mola a mucha gente no es mi caso, yo estoy muy cómodo en Madrid y si de zorrear y putear se trata me parece que Madrid da la batalla. Pero esto era curro y no tenía alternativa. Así que decidí planificar el viaje para tener de tiempo e irme de puteo, de cruising, de saunas e incluso contratar los servicios sexuales de alguna chica o de travesti en América. Para no hacer la narración aburrida solo contaré lo que es pertinente a este blog, es decir, el puteo.

Salí de Madrid dirección Ciudad de Panamá, en donde hice una conexión de más de venticuatro horas que no me incomodaron porque pasé la noche en la ciudad. Me quedé en un reconocido hotel pero solo dormí, no recorrí la ciudad porque al día siguiente mi vuelo salía muy temprano a Ecuador. De Ciudad de Panamá cogí el vuelo a Quito, Ecuador; allí esperé unas tres horas hasta que un vuelo nacional me llevó a mi primera parada: Cuenca. Pues sí, no lo sabía, los colonizadores al llegar a estas tierras pues colocaron los mismos nombres que había en la península.




La ciudad me gustó y el clima era agradable. Interesante mezcla arquitectónica y gente amable. Muchos turistas y sitios de comida internacional, lo que me permitió conocer la gastronomía de Chile, Argentina, Uruguay, Perú y de Ecuador en el tiempo que estuve allí. Pero vamos al grano, al puteo.

Mis anfitriones me dejaron libre el día de mi llegada a Cuenca para que descansara, así que aproveché de ir de puteo y conocer los saunas del Nuevo Mundo, así que mi primera opción fue el sauna Taboo Spa. Supuse que había mucho prejuicio y que no encontraría las típicas banderas LGTB en cualquier lado así que busqué la dirección en Facebook y estaba cerca del hotel donde me estaba quedando, tan cerca que no era más de cinco minutos caminando. Pasé a pie varias veces por el lugar pero no terminaba de entender dónde quedaba, no había señalización, ni letreros, ni banderas multicolor, nada de nada, así que decidí escribir al Whatsapp que aparece en la página de Facebook y me respondieron dándome justo la dirección en la cual yo estaba, pero seguía sin comprender, sin lugar a dudas la altura (Cuenca está a casi 3.000 metros sobre el nivel del mar) me estaba afectando el oxigeno en el cerebro. La persona del Whatsapp me mandó una foto semejante a esta:




Pues sí, eso que parece una chabola es el spa, así que entré y viendo el cartel que decía "Timbre" toqué allí, abrieron la puerta y encuentro una vulgar oficina, le pregunto al tío si allí era el Spa y me dice que es al frente, que allí funciona el cine. ¿Cine?, pregunté extrañado, acostumbrado yo al Cine Arenas de Barcelona, al Duque de Alba de Madrid y al Carretas. Sí, me dice el tío, aquí es el cine y el Spa es al frente. ¿Cuánto cuesta la entrada al cine?, pregunté, Cuatro dólares, me respondió (unos 3,55 Euros en noviembre de 2018). Vale, dije, ¿y la sauna? Diez dólares (unos 8,80 Euros en noviembre de 2018). Vale, voy a la sauna, le dije. Dí media vuelta y me dirigí a la chabola que estaba a mi espalda. Al menos que sea subterráneo, me dije, no sé dónde cabrá una sauna aquí.

Toqué el timbre y entré.



(Continuará)

2 comentarios:

  1. La foto de la fachada es todo un poema... Espero que por dentro sea totalmente distinto. No tardes en colgar la continuación, que nos tienes en ascuas.
    Un saludo,
    Hotdardo 🎯

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  2. Espero que todo lo mal que pinta, tenga su contrapunto en lo bien que lo pasarías. Espero...

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