Trío con Fede y Oscar (parte 1 de 2)

  

Federico tenía varios meses desde que llegó a Madrid. Nos habíamos encontrado en algunas ocasiones, casi siempre en el hotel de costumbre cuando nuestros horarios coincidían. Eran encuentros esporádicos, pero que requerían de mucha planificación porque el Fede es padre de familia con hijos y yo un puto bisexual que llevaba una vida decente y heteronormada. Después de varias semanas sin saber nada de él, me escribe por WhatsApp diciendo que tiene un nuevo “amigo” y me lo quiere “presentar”. “Amigo”, eufemismo que usa para decir “he follado más de dos veces con este tío” y lo de “presentar” es su manera de invitarme a una sesión sexual, en este caso un trío.  

Tratamos de acordar la hora. La parienta y los críos del Fede se han ido este finde para Inglaterra, así que Fede ha planeado pasar el fin de semana encerrado en el hotel con su nuevo “amigo” Oscar y conmigo. Le digo que yo no puedo, vivo como heterosexual con pareja y al menos que la Montse se vaya de viaje, no puedo pasar un fin de semana fuera de su radar. Por fin quedamos a las 19:00 hrs en el hotel y espera que por lo menos haya algunas mamadas. Yo supongo que habrá más que eso. 

Llego pasada las 19:34 hrs. El recepcionista notifica mi presencia. Subo y me encuentro la puerta cerrada, normalmente, Federico deja la puerta abierta para que no tenga yo que tocar, es un puto discreto. En el preciso instante que toco se abre la puerta y está el Fede con el pantalón medio abrochado y con cara de puta satisfecha. Al fondo está el Oscar: ¡un morenazo! Delgado, pero cuerpo definido, se nota el trabajo de gimnasio, pero sin la obsesión de quien se machaca los músculos una y otra vez. Supuse que hacía el suficiente ejercicio para ligar con facilidad en saunas, bares de sexo, zonas de cruising o a través de Grindr. El tío tenía todo el cuerpo lleno de pelos, menos en polla y huevos que se los rasuró al máximo. El culo también se lo rasuró, como me di cuenta después. 

El Fede me recibe con un beso en la boca, era fuerte el aliento a polla, y mira que de esas cosas se yo. Me presenta al Oscar quien de manera descortés no me da la mano, sino que se va a por morreo y me toquetea la polla, ¡a por saco! El tío no pierde tiempo. Tiene una lengua delgada y filosa con sabor a la polla de Federico, que esa la conozco muy bien. Confirmada mis sospechas, estos dos no se han aguantado y mientras yo llegaba se dieron unas mamadas. No los culpo, la polla de Federico es deliciosa y como descubrí más adelante, la del Oscar era un bocado agradable al tacto y al paladar. 

Me siento en la cama y le saco la verga al Oscar. Una polla de casi 22 cms. Muy grande para mi gusto, pero delgada y de finos trazos en las venas. Capullo redondo y por ser polla delgada calculo que entrará en mi culo sin dificultad. El Fede nos contempla, se acerca mostrando su polla, ríe y nos dice: “sabía que se iban a caer bien”. Entonces, allí estaba yo degustando dos ricas pollas. La de Fede la conocía muy bien: gruesa de capullo prominente y 18 cms de puro placer, polla que me ha reventado varias veces el culo y que yo esperaba que en esta ocasión no fuera la excepción. Las dos pollas no caben en mi boca al mismo tiempo, por lo cual, mientras engullo una le hago pajillas y caricias a la otra. Ambos machos están sedientos y se nota que el Fede y el Oscar hacen buena pareja. Mientras yo me entretengo a cuerpo, alma y boca a las pollas, los tíos se chupan tetillas y se comen a besos. Fede se da cuenta de que he tratado de meter sus pollas en mi boca al mismo tiempo y que no lo consigo. Cosa que yo no intentaba, simplemente, procuraba que la transición entre una polla y otra no fuera dramática, no desmotivar a los chicos, ni que una polla se sintiera más atendida que la otra. Como Aristóteles, yo procuré llegar a un punto medio entre las dos pollas.  Entonces el Fede toma mi lugar, se sienta en la cama, saca mi polla y se da un banquete saboreando mi polla y la de Oscar.  

No me quedó otra alternativa que magrear las tetillas del Oscar. Nos fuimos a por más morreo. La verdad el tío besaba muy bien ¡y no perdía tiempo! No sé cómo, pero en medio de mi placer el tío me metió un dedo a por culo. No me di cuenta, pero sí me fijé que sus dedos tenían una forma parecida a su polla, lo que me hizo pensar en segundos si escribía un post de “Dedos y pollas: semejanzas y diferencias en el contorno anal”. Estaba por caer en éxtasis y no quería, porque cuando me embriago de placer pierdo los estribos y no me importa si me follan con goma o no. Me ha pasao pocas veces, pero ha pasao. 

Miro al Fede y de manera sorprendente se ha metido las dos pollas en su boca. ¡Gula! ¿Cómo coño hizo? No sé. No me gusta hablar de mi polla, pero es de tamaño un poquitín por encima del promedio y la polla del Oscar sobrepasaba el promedio. A lo que llegué a una conclusión: el Fede tenía una boca y una garganta fuera de este mundo. 

Estaba en estas cavilaciones cuando el Fede dice: ¿quién quiere ser follado primero?