jueves, 24 de noviembre de 2022

Trío Ternura (tarde con Oscar y Fede en Firewood)


  

Domingo en la mañana.


Muy temprano me escribe el Fede, que quiere ir al Firewood con Oscar y conmigo esa tarde. El tío está aprovechando que su esposa e hijos están de viaje y se inventó una luna de miel en un hotel con el Oscar. No lo culpo, el Oscar es pollón activo y mete sus 20 cms en el culo con suavidad. Le digo al Fede que, en mi caso, desde que estoy con la parienta, me cuesta salir de casa los domingos en la tarde, no es un asunto de sometimiento o vigilancia, es que no me apetece. Sin embargo, durante el desayuno la parienta me dice que quiere ir en la tarde a casa de sus padres, entonces aprovecho para escaparme de puteo a Firewood. Le confirmo al Fede mi presencia, que el Trío Ternura se reunirá de nuevo. Al otro lado del teléfono escucho los gritos afeminados de la marica de Oscar. Me extrañó porque la vez que nos encontramos por primera vez a follar me pareció un tío masculino y que disfrutaba de una vida sexual con plenitud, pero sin poses. “Nada”, pensé, “el Fede ya lo ha convertido en toda una mujer”.  


Nos encontramos en un bar cercano al Firewood sobre las 16:00 hrs. Yo llego unos minutos tarde. El Fede y el Oscar estaban sexualmente hambrientas, zorras con ganas de sexo. No me dejaron tomar ni un cafelico, me llevaron arrastras.

 

Pensé que al entrar no perderíamos tiempo y nos encerraríamos los tres para follar a lo bestia. Nada más alejado que eso. Cada uno agarró por su camino. El Oscar dio de mamar a varios tíos y el Fede andaba de toqueteo en toqueteo. En par de ocasiones lo vi comiendo pollas, en una de esas me invitó a disfrutar de una verga suculenta de 20 cms. No me fijé en el tío, pero decía cosas como “¡Oh, qué rica mamada!” y cosas por el estilo. Di una putivuelta y me encontré que la tarde de los domingos mantenía los estándares de la prepandemia: morbo, folleteo, camaradería. En definitiva, el local es importante, pero la clientela determina la calidez, amabilidad y morbo del puteo.  


Voy a por una cerveza. En toda la putivuelta apenas caté dos pollones, una de un chico de Valencia y otra un extranjero, supongo que de los países escandinavos. No lo sé, no tenía ganas de sociabilizar algo que no fuera pollas. Mientras me tomaba una cañita llegaron el Oscar y el Fede. El Oscar se había follado a dos y aún no se había corrido. Fede estaba de puta-pasiva y se había dejado follar por un solo tío y la follada había sido tan buena que se corrió sin tocarse. Yo les dije que yo estaba a media máquina. Ni mal ni bien. Era uno de esos días de tranquilidad, armonía y pasándola bien. Algunas pollas catadas, una que otra retribución en mamadas, pero nada de nada.  


Comprendiendo mi estado de aburrimiento e indiferencia, el Oscar y el Fede deciden morreo entre los tres, allí frente a todo el mundo. Aproveché para dedicar un par de mamadas y la polla de Fede prometía volver a la vida. Estaba en esos menesteres cuando se acercó un crío de unos 23-26 años quien, sin pedir permiso, se arrodilló junto a mí a degustar de las pollas. Yo no podía dejarlo morir de hambre, así que nos turnamos un rato las pollas del Fede y Oscar, hasta que el Fede dice que debemos ir a un apartado para que lo folláramos. 


¡Palabra Santa y Sagrada! Encerrados, con goma y lubri, los tres nos follamos al Fede.


Afortunadamente, éramos tres y mientras uno follaba al Fede, otro le daba de mamar y así por largo rato. Cuando me tocó follar al Fede el crío no perdió tiempo y me dio una lamida de culo que hizo que me corriera dentro del Fede. ¡Y el Fede se indignó! ¡Que qué cojones! ¡Cómo me corro sin darle mi lechita rica en su boca! A lo que el Oscar no perdió tiempo y se corrió en la boca del Fede. El crío no paraba de pajearse y no sé si se corrió. Era de polla pequeña, pero gruesa y era un excelente mamador. 


Decidimos ir a por unas cervezas. El crío era muy educado y se despidió dándonos las gracias. En medio de las cervecitas al Oscar y al Fede se les ocurrió ir al Naked, pues alguien había dicho que la tarde en Naked estaba formidable. Me gusta el Naked, aunque por lo general voy allí los viernes o los sábados, hay tíos en plan buen rollo. Yo les dije que estaba satisfecho y que me iba a casa. 


En la calle nos despedimos. Los tíos siguieron de puteo y me fui a casa.   






 

2 comentarios:

  1. Esta vez el Fede fue el afortunado. Envida cochina que sientooo, jajaja... pero sana

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    1. Gracias por escribir. El Fede la pasó de maravilla. No hay dudas.

      Abrazos.

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