miércoles, 22 de mayo de 2024

Sexo en Medellín (Parte 9) Una de saunas – Sauna Atlanta


 


PARTE 2 

El tío al entrar se sentó a mi lado y rozó su muslo izquierdo con mi muslo derecho. Buen augurio, pensé. Como no estaba para perder tiempo y, además, estaba solo en el centro de Medellín, quería salir de esa zona apenas me quedara satisfecho. Así que me quité la toalla y me quedé en bolas, me sacudí la polla que estaba en modo morcilla y el tío de ojos azules no perdió tiempo. Hundió su cabeza entre mis piernas y comenzó a mamar. Era un buen mamón: abundante saliva, mordedor de bolas y explorador de ojetes. Supuse que tendría varios minutos buscando a quien mamar y como los tíos del sauna estaban más en plan de fumar marihuana que de follar o juguetear, el tío de ojos azules encontró en mí a un macho con ganas de dar polla, aunque yo también estaba dispuesto a recibir. 
 
El tío, vio que yo estaba disfrutando de la mamada. Sin sacar mi polla de su boca, se arrodilló frente a mí, puso mis tobillos sobre sus hombros y comenzó a jugar con mi ojete. Primero, mantenía mi glande dentro de su boca y llenaba de saliva el tronco de mi pene y las bolas, la conjunción de vapor, humedad, saliva y sudor hizo que se generara un lubricante natural. El tío sobaba mis bolas y desde allí llevaba este lubricante a mi ojete. Yo, pues que era toda una zorra y no solo que en la primera entró un dedo; por el contrario, en la segunda entraron tres dedos, pues el tío tenía los dedos delgados, largos y sin uñas. Todo intensificaba el placer. Cuando pensé que no podría tener más goce, el tío alargó uno de sus brazos y jugó con mis pezones. Los pellizcaba con fuerza y luego, con delicadeza, tanteaba con sus dedos la dureza de mis tetillas. El tío era un pajeador excelso y me masturbaba con suavidad, Intercambiaba el nivel de presión. ¡Me estaba exprimiendo la polla! El tío en ningún momento sacó mi polla de su boca. Yo ya tenía el culo más que dilatado, había llegado al nivel de excitación en que me podía dejar follar como una yegua; pero también mis huevos, que hacía tiempo no eran tratados de esta manera, tenían la necesidad de expulsar la leche.  

Estaba entre el éxtasis y pensando en qué pensar para no correrme, hasta que mis bolas consideraron que era hora de exprimir el semen. Le advertí al tío y, con el sonido de costumbre, me dio autorización para correrme en su boca. Algún día escribiré sobre ese don, talento o lenguaje universal. No importa que idioma hablen los involucrados, pero cuando uno está dando de mamar y se va a correr, y de manera gentil, le advierte su mamador que viene leche, hay un murmullo, un sonido –sin sacar la polla de la boca, claro- en el que se autoriza a correrse. Cuando soy mamador, me gusta que me avisen, porque a veces quiero la leche sobre mi rostro o sobre mi pecho. Luego de que el tío me dio autorización, pues me corrí y con arcadas que doblaban mi cuerpo, agarré la cabeza del tío y le enterré la polla hasta el fondo mismo de la garganta. Por un momento pensé que lo podría asfixiar, pero el tío, lejos de sentirse ahogada, hundió mi polla en su garganta haciendo presión con tres de sus dedos metidos en mi culo.  

Quedé exhausto. 
 

Quería retribuirle al tío con una mamada, incluso estaba dispuesto a que me follara, pero el tío se fue. No me dio tiempo de nada.  

Salí de la sauna de vapor y me duché. A mi alrededor todos fumaban marihuana. Como estaba satisfecho, decidí irme al hotel a ducharme mejor, tomar una copa de vino y quizás dormir una siestorra. 

Había pasado apenas 45 minutos en la Sauna Atlanta y me di por satisfecho. Llegué al hotel sin novedad, pero con los huevos y el culo satisfechos. Fin de las crónicas en Medellín.  




2 comentarios:

  1. Un buen mamador multitarea, o sea, que no solo se dedica a mamar sino a repartir placer por todo el cuerpo del mamado. Una delicia cuando uno se encuentra con uno de estos. Acabó bien la visita a Medellín, aunque con salir vivo ya es suficiente, jaja... ( Es broma ) ;-)

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    1. Gracias por escribir, Perro. Medellín ofrece mucho sexo y de todo tipo, pero me pareció que no es fácil para el putiturista desprevenido, en especial para el homoturista. Descubrí que a las afueras de la ciudad hay como casa que funcionan como club de recreación gay, pero necesitas llegar en un coche y a veces, el GPS no da una buena ubicación. Tampoco estos clubes ofrecen un servicio de transporte porque se supone que son clientes con coche propio. En fin, que creo que hay mucho para putear en Medellín, pero no está fácil.

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