jueves, 26 de mayo de 2022

La historia de un oso - Naked Bar Madrid




Luego de corrernos, nos tumbamos exhaustos, uno al lado del otro. El oso estaba feliz de ver su pecho lleno de lefa y su polla satisfecha. ¡Aunque seguía con el cockring! Le insistí que se lo quitara. Fuimos juntos a lavarnos y una vez que se había quitado el cockring la polla quedó flácida y reducida a un trozo de piel. 

El oso era majo, así que nos tomamos una cerveza y me contó sobre su vida. Tenía 58 años de edad; había procreado tres hijos y tenía dos nietos. Estaba felizmente casado, pero la parienta desde hace años que no le interesaba el sexo y tan solo compartían par de mamadas al año. Siempre se había considerado heterosexual, descubrió viejo el mundo gay y del cruising, y entendió que, para el puteo no hay edad. A los cincuenta años vio su primera película homoporno solo por curiosidad. Le impresionó como algunos actores porno se comían las pollas con pasión y ansiedad. Le dio morbo, quiso probar y se instruyó sobre el ambiente gay y sitios de cruising. ¡Viva la internet! Su primera mamada la recibió en El Retiro, le gustó y desde entonces fue a por más. Es un oso vicioso. Probó las saunas, pero no le terminó de gustar. Cuando descubrió los bares de sexo, le pareció que eran su ambiente. Frecuentó The Cage, Firewood y ahora Naked. ¡Y era feliz! 

Continuamos hablando de todo un poco, pero ya eran casi las tres de la mañana. Nos despedimos con un beso profundo y acaricié lo que quedaba de su polla: desintegrada, pero feliz. 


(Fin de esta crónica, noviembre de 2021)




jueves, 12 de mayo de 2022

Suave mete-saca - Naked Bar Madrid



Me puse patitas al aire. Sospeché que costaría que esa monumental polla entrara, no porque mi culo no pudiera hacer frente a las envestidas de monstruosidad semejante, sino que la  polla tenía su carácter: morcillón, cuando no la atendían; fuerte y dura, si era permanentemente acicalada y atendida. Pensaba yo en estas cosas cuando la polla comenzó a entrar. 

El oso se había puesto una goma y no había colocado lubricante; pero era tal el nivel de saliva y lubri que había en mi culo que la polla hizo un acto de presencia soberbia. Entró sin problemas con la justa presión para otorgarme más placer. El oso tenía su secreto: dilatar el culo todo lo posible para que, al momento de entrar en acción, la polla y culo tuvieran una comunicación y feliz relación. No os voy a negar, di varios gritos de placer. El macho era de suave mete-saca, pero en continuo movimiento, lo que permitía que la polla se mantuviera firme y erecta. Yo sentía como sus pequeños y ahogado cojones golpeaban mis glúteos y por lo tanto, sentía de cuando en vez el rose de su cockring.  

Estuvimos un buen rato en esa posición y el tío de vez en cuando me obsequiaba una paja, se notaba que lo de él no era tocar la polla de otros, sino que la de él estuviese dentro de los demás. Pero creo que, al ver mi comportamiento de putita dócil y ver la envergadura de mi polla, las pajas ayudaban más a dilatar mi culo. No lo voy a negar, yo estaba en estado éxtasis. 

El tío me pidió luego que me sentara sobre su polla, por lo cual, cambiamos de posición. El tío se puso boca arriba y entre los dos logramos la armonía entre mi culo y su polla nuevamente. Esta vez me tocó a mi moverme y comencé a sentir que mi culo se estaba irritando y que me estaba comenzando a molestar el cockring del oso. Mi polla estaba grande y después de tantos mimos anales y una que otra caricia a mi polla estaba listo para correrme.  

Le digo al oso que me voy a correr, para lo cual me dice que le de unos minutos más, que él se va a correr y, que si quiero, me corra allí mismo sobre su pecho, cosa que hago. Me hago una ligera paja y sale un primer chorro de semen que cae sobre el oso, y luego sigue cayendo sobre su pecho y su panza. El oso está feliz, ríe con efusividad y en menos de un minuto me coge por la cintura y me da a toda caña por el culo. Escuché los gritos de placer que embriagaban al oso. 

(Continuará)