lunes, 19 de marzo de 2018

Tarde de agradable domingo en Firewood



Después de una semana de bastante trabajo, semana que tuve que afrontar con un catarro fastidioso, decido pasar la tarde del domingo por Firewood. Firewood es un sito ameno que afortunadamente, me he topado con unos tíos guapos, interesantes, amables y pollones. De hecho, hasta conocí a uno con el que quedé para pasar un fin de semana en su casa en la sierra, pero eso es otra historia que ya os contaré, pues fue un fin de semana de follada magistral. Una cátedra de las caricias anales.
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Llegué a Firewood alrededor de las 19:00 hrs, habían alrededor de veinte tíos. Decido dar una vuelta de reconocimiento, ya sabéis: una miradita aquí, un pezoneo por allá, un magreo de bolas y pollas más acá; nada extraordinario salvo que los ejemplares me parecieron particularmente jóvenes. 
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Unos treinta minutos después, calculo que subió a alrededor de cincuenta el número de tíos, había mucho variedad, tanto de edades como de características homofenotípicas: osetes, osotes, tíos de closet, bicuriosos, heterocuriosos y locas derrapadas. Yo ese día me sentía homoactivo, aunque igual si me tocaba de pasiva no me molestaba.
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En los baños había mucha actividad; sin embargo, no me quise enredar con nadie en los lavabos, reconozco que la higiene de los baños estaba bien, hasta uno se podía comer unos pinchos de tortilla allí, pero me gusta más estar sentado haciendo -o que me hagan- una paja o una felación. Si de baños se trata, me gusta cuando es tipo cruising, es decir, conectas con un tío, intercambias mirada, el tío te hace la señal indicada y te encierras en un movimiento  expedito y ágil de pajas-mamadas-folladas; debe ser rápido, porque son baños públicos a los que cualquier policía tiene acceso. En Firewood no hay riesgos de ese tipo, pero simplemente no me da morbo ir a un bar de fetish-gay para hacerlo en el baño, aunque como terapia para aquellos que desean esta fantasía, los baños de Firewood son geniales.

Me acerqué a la zona grande, allí siempre se hace peña de la buena cuando hay bastante gente. Allí me enredé con un chiquillo de unos 20 o 21 años, de cabello rubio y liso con una polla bastante larga y delgada, esa típica polla que es perfecta para penetración anal sin dolor. Me apliqué con una buena paja-mamada y me gustó mucho el sabor de su presemen, el tío jadeaba y tenía la polla erecta y larga. El tío me pidió que lo follara allí mismo, le dije que había olvidado los condones, que iría a buscar alguno, de pronto el tío sacó de no sé dónde una goma que me puso mientras me daba una buena fellatio. Me lo follé allí mismo cerca de cinco tíos que se hacían pajas individuales mientras miraban el espectáculo. Esto es algo que me gusta de este mundo homoerótico: la oportunidad de brindar un buen espectáculo y que, si así lo desean, otros puedan participar. Otra cosa es coincidir con la pareja indicada. En este caso, el chico de polla delgada estaba feliz de follar y ser visto, pero  dudo que hubiese querido armar una orgía. Mientras me lo follaba, yo en medio de mi característica amabilidad le hacía una paja."No te corras tío", le decía, "que quiero que me folles".  Le advertí demasiado tarde, el tío inmediatamente se corrió. Sentí como salía de mis manos su lechita espesa, gruesa, caliente. "Si quieres te follo en un ratito", me respondió. Yo me corrí inmediatamente.
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Después de lavarme y tomarme unas cervezas me topé con dos tíos. Una pareja de esposos que cada cierto tiempo les gusta follar con otros tios. Me arme con ellos un trío, cosa que disfrutamos mucho porque era un intercambio permanente de mamadas y pajas, era una polla por aquí y otra por allá. Siempre me he jactado de tener una buena polla, pero las pollas de este dúo eran espectaculares: grandes, gruesas, rectas, en forma de lápiz. Así que decidí arrodillarme un ratito y hacerles pajas y mamadas. Desafortunadamente sus pollas eran muy enorme para meterme las dos a la vez en la boca. Quise que se corrieran sobre mi cara, pero para esta pareja de esposos la noche apenas comenzaba y tenían planes de pasar mucho rato en Firewood dando caña y no querían correrse, entonces me levanté, nos seguimos magreando un rato y les dije que nos viéramos después. 
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A lo largo de todo el espacio de Firewood se forman grupos de todo tipo: grupos de chavales haciendose pajas, otros colaborando en mamadas colectivas, otros en plan de preparar el ojete de alguien para la envestida grupal, otros simplemente conversado de la ruitna de la semana; en fin, fauna variopinta pero amena.
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Yo me seguí liando con varios tíos y grupos y al final me topé con un chico latino de polla de envergadura grande, de cabeza redonda y dispuesta a la fellatio. Nos dimos unas buenas mamadas de reconocimiento, polla de buen sabor, color y aspecto. Me folló durante unos minutos pero se corrió rápidamente. Yo decidí correrme también y el tío se arrodilló y me dió una buena mamada permitiendo que me corriera dentro de su boca.
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Fue una tarde del domingo agradable en Firewood. Me fuí cerca de las 23:30 hrs, con ganas de llegar a casa, tomarme una ducha, prepararme un té caliente y charlar un poco por teléfono con Montserrat. Tengo tiempo que no me la follo. 

1 comentario:

  1. Pues sí... Todo indica que fue una tarde agradable, de esas que sin ser extraordinaria ni deplorable, deja buen sabor de boca y paz en el ánimo ;-)

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