martes, 7 de agosto de 2018

Montserrat de la Capilla (Coño vs . Polla) 2 de 3





Montserrat era una chica con amplios temas de conversación, además -y muy, pero muy importante-, nunca dejaba que mi copa se vaciara. Yo debía tener una cara de cansancio, pues Montserrat cada tanto tiempo me preguntaba si me quería ir a dormir, la verdad sí, hacía rato que deseaba llegar a casa, dormir hasta bien entrada la tarde, pero me había conectado de manera  especial con Montserrat, algo que no me pasa a menudo con las tías. Sentí que Montserrat estaba a gusto conmigo, en toda lo noche no insistió en conversar con nadie más. Me pasa con algunos tíos en las saunas que si follamos una primera vez y nos gusta a ambos, a veces nos ponemos de acuerdo para vernos en el transcurso de la velada. A veces intercambiamos números para comunicarnos por Whatsapp, otras veces nos encontramos en el bar después de una ducha, conversamos, nos tomamos algo y al cabo de un tiempo nos comenzamos a magrear de nuevo para repetir: unas caricias sobre la toalla, algún pezoneo discreto o algún roce de pierna invitando a repetir. Por lo general, la repetición la hacemos en algún apartado, tirados en alguna colchoneta comenzamos con un delicioso y suave 69, no hay nada más estimulante para una segunda vez que una mamada mutua con derecho a acariciar ojetes.
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Montserrat tenía una casa para ella sola de dos plantas y un ático en Majadahonda. Una casa amplia, cómoda y fresca en verano, calientita en invierno. No recuerdo cómo me lié tan en serio con ella, quizás fue esa manera de hacer el amor tan particular que tenía. Montserrat ha sido una de las pocas tías con las que he podido follar y con la cual he podido follarla por culo. ¡Una suerte! La mayoría de las tías no se dejan follar por detrás, algunas por pudor, otras porque lo han intentado y les ha dolido, pero la mayoría no se deja follar por prejuicios y sobre todo falta de práctica, mucha práctica. Aquellos que habéis introducido en vuestras vidas como práctica sexual cotidiana y ordinaria el sexo anal, de seguro sabéis que no hay nada más delicioso que un culete bien lubricado y dilatado, que al ser tratado con amor, dulzura y dedicación, se puede conseguir un placer casi que ilimitado. Con uno que con otro tío lo he conseguido, pero con tías, creo que si acaso una o dos veces y una de ellas fue con Montserrat.
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La primera vez que follamos fue en su casa, ya llevábamos par de semanas saliendo, si bien nos habíamos dados unos cuantos besos, ninguno de los dos terminaba de dar la iniciativa para saborear el cuerpo desnudo del otro. Fue un sábado en la noche, casi de madrugada, habíamos pateado las calles de Madrid, en especial toda la zona de cafés de La Latina y algunos bares cerca de Tirso de Molina, de hecho pasamos frente a lo que había sido el Cine Duque de Alba y me entró lo que denomino una "nostalgia anal" ¡cuantas mamadas gloriosas! ¡cuantos penes chupados y acariciados! ¡cuantos culetes de vejetes que reventaba una y otra vez! Quizás fue esa nostalgia la que me impulsó a caer en los brazos de Montserrat. Justo cuando me llevaba a casa en Vallekas, Montserrat me preguntó:
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-Y..., bueno. ¿En tu casa o en la mía?
-Vamos a la tuya -respondí sin estar muy claro a que respondía-. ¿A qué te refieres?
-¡Pues a follar, hombre! ¡Ni los chicos que salen en el cole tardan tanto como nosotros!
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Ya en su casa hicimos el amor. No fue nada extraordinario. Ambos estábamos muy bebidos y me temo que los dos llegamos rápido al orgasmo. Pero lo mejor vendría al día siguiente. Después de un desayuno de cereal, frutos secos, yogur y jugo de naranja, después de un fuerte pero delicioso café negro, volvimos a follar. Esta vez pude apreciar el cuerpo desnudo, blanco y firme de Montserrat. Sobre todo me gustó que ella sola se puso en cuatro patitas y me pidió que le comiera el coño y que le preparara el culo con bastante lubricante y me la follara por detras ¡Oh dioses! ¡Qué he hecho para merecer tan noble y sagrado premio! Si cuando estoy en una sauna no me puedo resistir ante la petición de algún caballero-hembra, menos frente a una hembra-hembra. 


Continuará...
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3 comentarios:

  1. Caramba con el desayuno sorpresa, jaja
    ¿Sabía o sabe Montse de tu versión bi/homo ?

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  2. Pues no, la verdad no. ¡Y es una lástima! Creo que disfrutaríamos de un "menage a trois", ¡a la tía le encanta follar! Y yo no me doy abasto. Esta tía es cañera!

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    1. Pues si que es una pena.
      Bueno, igual con el tiempo, se plantea la ocasión de abrir nuevos horizontes y ... ;-)

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