martes, 14 de agosto de 2018

Montserrat de la Capilla (Coño vs . Polla) 3 de 3





Comencé tan noble labor pasando mi lengua por su ojete, a lo cual Montserrat pegó unos gritos de placer, exitación y lujuria. Al igual que acostumbro hacer con los machos que me suelo follar, quise trabajarle un poco el clítoris y el coño, de manera que cuando fuese a por su culete, éste estuviese listo y apto para la penetración anal. Montserrat tenía un coño frondoso en vellos, tierno al tacto, igual de firme que sus muslos y sobre todo de un sabor dulce y al paladar fresco. Su vagina se dilataba con tal rapidez que mis dedos no tardaban en penetrar por sus entrañas como turista japones entra al museo del Prado en verano. Lamía a Montserrat por todas partes, llegó un momento en el cual se mezclaron mi saliva con la humedad de sus labios vaginales. Luego busqué el lubricante para trabajar con más ahínco el culete. El lubricante que me dio Montserrat era a base de aceite y ya había leído yo que era preferible usar a base de agua si se pensaba realizar penetración anal con goma. Así que busqué el mío, se lo unté en el culo con mi dedo y comencé a trabajarla. Montserrat tenía cara de perra en celo, de gata deseosa de follar. A cada movimiento de mi dedo ella gemía, si movía mis dedos a un lado, gemía y movía la cabeza hacia ese lado. Nunca había visto algo así y me excitó sobremanera. Mi polla estaba semierecta, más hacia un estado de morcillón-zombie que de flacidez precoital. Viendo que el culo de Montserrat ya se preparaba para ser embestido por mí, comencé a hacerme una pajilla para pasar del letargo de morcilla a una postura más firme y erecta, una postura digna y heróica que me permitiera hacer frente  a la experiencia anal a la que me iba a enfrentar. Justo estaba poniéndome caliente cuando a Montserrat se le ocurrió la brillante idea -en el sentido irónico de la palabra- de medio voltearse y hacerme una mamada, mitad de agradecimiento y mitad colaborar con la causa noble de la erección.

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Digo que soy irónico porque cuando una tía me hace sexo oral, por lo general, en vez de sentir el placer de la erección y del recorrido de mi sangre por el tronco del pene, me encuentro con una boca inexperta o torpe, que mama más por obligación que por placer, por lo cual, mi polla se entristece, se deprime mi polla, se recoge al ver que alguien se la lleva a la boca por obligación. Salvo dos o tres tías en mi vida, que me han hecho una buena mamada, la mayoría no sabe o no le gusta, o no le importa mamar bien. Cosa contraria con los machos. A veces me voy toda la tarde de sauna y me encuentro con momentos en que mi polla nunca está descuidada: siempre hay un macho cerca y listo para ofrecer unas buenas mamadas. En definitiva, es muy raro que me encuentre con algún macho que no sepa cómo mamar una polla, y cuando estas cosas pasan, por lo general maman mal más por nerviosismo que por incapacidad. Hasta con un macho inexperto y primerizo en las redes del mundo homosexual, es capaz de ofrecer una mejor mamada, más delicada y sincera que la más experta de las putas -heterosexuales-. No sé a que se deberá esta circunstancia, quizás pueda ser una situación de 'genitalidad', es más fácil conocer cómo siente un órgano sexual determinado si es el mismo que uno posee. 

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En fin, que la Montserrat me estaba dando una mamada y resultó ser la clásica mamada de mujer heterosexual sin experiencia o con mal carácter. Sentí que perdía la erección así que le dije a Montserrat que me dejara, que estaba listo para penetrar su culo. Me puse una goma y ¡zas! Entró mi polla de manera profunda y sin esfuerzo. Escuché de Montserrat un suave quejido y creo que le llegué a escuchar el clásico '¡qué gusto, macho!' Estabamos unidos uno al otro, la atraje hacia mi pecho, de manera que, sin sacar mi polla de su ano, me senté en la cama, le abrí las piernas y comencé a trabajar su clítoris. La tía estaba que no paraba de gemir. su culo, debo reconocer, se comportaba con mucha nobleza y madurez. Se dejaba hacer.



2 comentarios:

  1. ¿Y está? ¿3 de 3 y así acaba tan de golpe? :-O

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  2. ¡Ups! ¡Pos sí! Pero continúa en unos posts más, pues ahora vienen mis escapadas de Montse para meterme en saunas y citios de cerdeo.

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