martes, 2 de julio de 2019

In Memoriam



Esta es una captura de pantalla de la entrada del Cine Duque de alba. La entrada está clausurada y una transeunte camina indiferente al dolor y la tristeza de los vejetes y las pollas que dieron lefas durante tantos años. Hoy en día funciona un sitio gourmet y han abierto lo que denominan "Sala X" y que no es más que pasar ciclos de cine americano, francés, japones o de cualquier país del mundo, es cine intelectual, nada de pornografía y no te puedes bajar los pantalones y darle a la zambomba porque además, proyectan con algo de luz.

Me da cierta melancolía, este blog buscó rendir homenaje a lo que durante años fue un sitio especial y mítico. Las películas que pasaban eran realmente malas y en muchas ocasiones entraban unos tíos medios macarras que en vez de pajearse provocaba salir corriendo, pero por otra parte, era un sitio en que la mayoría de los tíos pasaban los cuarenta y tantos años e iban en plan de pajas, mamadas, folladas y corridas.

Especialmente recuerdo los domingos porque a las afueras se armaba el mercado de El Rastro, mercadillo que ha hecho un nombre muy especial entre locales y turistas y era especialmente entre las 10:30 y las 14:00 hrs centro de afluencia de vejetes, algunos les inventaban a sus esposas que se iba a dar vueltas por El Rastro y se encerraban en el cine, después de estar bien satisfechos, salían, el mercadillo seguía de pie, compraban algo para la parienta y se iban a casa a comer, dormir la siesta y con la conciencia tranquila. Otros, los más descarados, se despedían en plena entrada del cine de sus esposas y les decían: "Ánda, vete de compras mujer, que yo me quedo aquí a ver una película", estoy seguro que las abuelas sabían que eran películas XXX, lo que no sabían -o por lo menos, hacían creer-, eran que sus maridos iban en plan de comer pollas o recibir caricias y placeres que no reciben en casa.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. sí, es triste. Un sitio menos. Lo que más me molaba eran los vejetes, la mayoría muy majetes y con ganas de mamar o ser follados y después te hablaban con tranquilidad de sus nietos y de la parienta.

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