martes, 4 de febrero de 2020

Pasiva de alma - Crónica travesti - Puteando en América - [Cuenca, Ecuador]




Tengo una gran debilidad por las travestis. Entre más 'femenina' pero con una jugosa verga, mejor.

Aproveché mi estadía en Cuenca y contraté los servicios de una a la que encontré a través de ésta página.

La contacté por Whatsapp para saber precios y me respondió un mensaje de voz:

Claro mi vida. Yo atiendo en Tomás Ordoñes y XXX XX. Tengo un departamento privado y te atiendo en ropa intima. Soy muy cariñosa, trato de novios. Sin apuros. Puedes cogerme de todas las posiciones que tú quieras y acabar donde lo desees. La pasamos rico y nos damos unas ricas mamadas.

Como no respondió el precio le pregunté de nuevo y respondió:

Son 60 dólares la hora. [Unos 52 euros al mes de noviembre de 2018, un precio muy económico si recordamos que he pagado en Madrid 150 euros por una 'tía' de estas] Eso sí, sin apuros. Puedes jugar conmigo y hacer lo que quieras. Decídete bebé.

Pues me decidí y aparté una cita para las 14 hrs.

Cuando llego la 'tía', que se llamaba Ashelly, me recibe en lencería. Era una 'tía' de unos 29-30 años, quizás más, pero con el maquillaje aparentaba menos. La ropa de lencería era de buena calidad, la Ashelly se había puesto un perfume dulzón que no era fuerte y allí mismo de entrada nos fuimos a por los morreos.

Le pagué y fuimos a un mueble cómodo en donde nos dedicamos al magreo. Era sorprendente que cuando me recibió en ropa interior no se le apreciaba polla por ninguna parte y de pronto, cuando ya  habíamos entrado en confianza, la 'tía' sacó un rabo que era de proporción estándar aunque con un glande más grande de lo habitual. Yo quería que me follara, por lo que nos dedicamos a un extenso 69 mientras nos íbamos trabajando el culete. Era de mamada tierna, delicada pero de constante saliva, de vez en cuando descansaba de la mamada y me daba suaves masajes redondos en el glande.

Yo me dediqué a lamer, chupar y disfrutar de su glande que era grande y rosado. Cuando sentí que ya tenía el orto con bastante lubri y relajado le pedí que me follara. Le puse una goma y me puse en cuatro patitas, muy dócil. La 'tía' no solo era una criatura llena de amor y cariño, sino que me penetró con mucha suavidad. La entrada fue algo difícil, pero no traumático. Una vez dentro, comenzó a meter caña con el clásico mete-saca, me acariciaba el trasero y la espalda. Me preguntó si quería que me diera palmadas en el trasero o en los muslos, le  dije que no, que de hecho me estaba comenzando a irritar el ojete y que me apetecía follarla. La 'tía' se entusiasmó porque ella se sentía "pasiva de alma".

Al cambiar de posición mi polla estaba en estado morcillón, a lo que Ashelly  dio una mamada para reponer la vitalidad. Ya erecto, con goma y lubri me di a la tarea de penetrarla estando 'ella' boca arriba. Colocó sus patitas sobre mis hombros y mientras la iba penetrando decía cosas como rico papito. ¿te gusta? ¡Mmm...! ¡Qué rico papi! ¡Dame más! ¡Dame más! En otro momento me hubiese muerto de la risa, pero en realidad me estaba disfrutando su culete y su polla, la cual mantuve magreando.

Hay una cosa que me sorprende con todas las 'chicas' shemale con que he estado: siempre son las últimas en correrse. Le dije a la 'tía' que estaba por correrme, a lo que me respondió con su voz bastante chillona: córrete dónde quieras papi. ¿Te quieres correr en mi boca? ¡Yo me trago toda tu lechita! ¡ay! ¡rico! Pensé en correrme en su boca, pero no alcanzaría a llegar. Así que me corrí sobre su vientre y la tía se estuvo pajeando. Después de correrme, me preguntó dónde quería yo su leche, me acosté a su lado y le pedí que se corriera sobre mi pecho. Cosa que hizo. Tenía abundante lefa y salían varios chorros continuos.

Descansamos un rato. Ví la hora, habían pasado apenas unos cuarenta minutos. La 'tía' me dijo que si quería repetir, que no tendría costo adicional pero que no tardara tanto. Le dije que no, que no funciono tan rápido una segunda vez, así que compartimos la ducha y allí nos continuamos magreando con morbo y morreo intenso. La tía me hizo más sexo oral en la ducha y mi polla resucitó pero no con suficientes bríos como para repetir follada. Así que después de la ducha, mas besos con lengua super profundos, me vestí y salí. Antes de irme le dejé de propina  20 dólares [unos 17,50 euros a noviembre de 2018]. La tía se contentó mucho y me dijo que ella estaba allí disponible para otros días que yo quisiera repetir. Le agradecí, pero tenía el tiempo muy ajustado y la verdad no me apetecía gastarme el dinero en travestis solamente. Además, la cacería, el jugueteo y el morbo de las saunas y bares de sexo me entusiasman más que el sexo prepagado.

Al salir eran casi las 15:00 hrs. Las calles del barrio donde estaban lucían desiertas, hora de la siesta, pensé. Así que me fui al hotel y dormí hasta las 18:00 hrs. Esa noche tendría una cena de negocios y si todo iba bien, quedaría desocupado para volver dentro de dos días a la sauna Taboo. Trabajo y puteo, trabajo y puteo. Esa es la cuestión.

Aquí os dejo fotos de Ashelly.













3 comentarios:

  1. Buena experiencia,y se nota que lo pasasteis bien,eso es bueno.
    Muy guapa Ashley,tienes buen gusto.
    Un saludo,
    Hotdardo ��

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  2. Ufff... yo creo que no podria con tanto papi rico.
    Ya en gays me 'enferma', no quiero pensar en shemale o shes, jeje
    Bueno, lo importante es que te lo pasaras bien ;-)
    La primera foto parece una muñeca.
    B

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