miércoles, 15 de diciembre de 2021

Contacto bucoanal

 




Justo después de leer un relato del blog En la penumbra de Perro (leer el relato aquí), tuve ganas de putear. Durante el confinamiento no había ido a saunas, y en 2020 no tuve oportunidad de puteo. Como si fuera poco, la Comunidad de Madrid había decidido retomar el confinamiento y muchos locales estaban cerrados, los pocos abiertos tenían restricción en el número de putiparticipantes. Montse se fue a pasar el día con sus padres y yo decido visitar la Octopus en donde siempre follo, mamo, todas las anteriores y más. 

Soy de los primeros en llegar. Me cambio y al dar la primera putivuelta cuento diez tíos, la mayoría ronda los 40 años. Entro a la sauna seca, me siento junto al único tío que había, comenzamos con el clásico magreo sobre la toalla, después de palpar tamaño y grosor compartimos unas mamadas. Todo agradable más no trascendente. El tío tuvo un ataque de calor y se marchó.

Decido ir al baño turco. No había nadie, así que me lo tomé con mucha calma y disfruté del vapor.

Voy a por una ducha, dos o tres tíos pero nada de nada.

Paso a por una cerveza en el bar, converso un poco de nada con el bartender y luego me voy al cine.

En el cine, luego que la vista ha recuperado su visibilidad saunil, veo a un tío entre los 55-60 años, calvo, barba cerrada, completamente blanca, pecho peludo y blanco, el tío estaba desnudo haciéndose una pajilla en plan ‘¿quién quiere esta pollita?’. Era una polla de unos 19 cms, se veía bien a lo lejos. Como no confío en mi vista decido acercarme. El tío literalmente me recibe con los brazos abiertos y decido probar la polla. ¡Era una polla exquisita! Huevos rasurados, además el tío se había perfumado con alguna colonia de olor suave y a la vez masculino que lo hacía apetecible. El tío palpó mi polla y vi en su mirada que le gustó.

—¡Vamos a una cabina y hacemos un 69!

Por el acento era extranjero pero no pude identificar de dónde. No le quise preguntar porque en mi casa me enseñaron que no se habla con la boca llena.

Después de más mamadas nos metimos en una cabina. De inmediato el 69. Mutuo sexo oral. No hay mayor cosa que contar, todo se resume en mamar, lamer, pajear; eso sí, con mucho morbo y deleite. Al cabo de un rato el tío pasa al siguiente nivel, me ha comenzado a lamer el culo, como hacía años no me hacían. Para que mi culo quedase cómodo a su paladar, me ubiqué de tal manera que mi polla y mis huevos quedaran presionados en el pecho peludo del macho. ¡Qué delicia! ¡Mamada de culo y polla recostada en vellos fuertes y duros! ¡Gritos de placer!

Yo me pajeaba y comía esa polla que, por lo demás, no era nada desdeñable. Lo más agradable era el olor de los cojones. ¿Se habría puesto perfume en los cojones? Lamí el ojete del tío par de veces, pero no me lo permitió por razones obvias: al ser ambos cuerpos tan distintos, si yo acercaba mi cara a su culete, el tío perdía contacto bucoanal con mi culo. Al final desistí y me dejé llevar. Literalmente, me embriagué de placer. ¡Era una delicia la mamada de culo y la polla en su pecho!

Le pedí que me follara. Yo llevaba tiempo deseando un buen cipote en en mi culo. Pero el tío dijo que el era oral, que no le gustaba follar. Pues nada, guapo, que me relajo y sigamos…, pero en un rato me corro.

Efectivamente, después de un rato, nos corrimos. El tío me dijo que se quería correr en mi pecho, cosa que le permití. Así que nos pusimos cómodos, yo boca arriba y él sobre mi pecho de rodillas. De su cipote salió un hermoso chorro de lefa. El primer chorro me llegó a la mejilla izquierda al mejor estilo peli porno. Los demás fueron potentes, pero no tanto. Leche abundante y caliente. Cuando el tío había finalizado me corrí yo con una no menos abundante corrida.

Nos miramos, nos reímos y luego el tío se fue. Así no más, sin decir su nombre o dar las gracias. Menos mal que no me enamoro, porque si no, la que se arma.

Salí a ducharme con mi pecho lleno de semen, orgulloso y deseoso de mostrarlo a los otros machos… pero en el trayecto no me topé con nadie.

Luego de eso, dos cervecitas, par de putivueltas y me fui a casa.

 

(Sábado 17 de octubre de 2020)

4 comentarios:

  1. Menos mal que el tío te salvó la tarde y bien, pues ni antes ni después parecía que hubiera mucho ambientillo.
    Ah, Y gracias por mencionar mi blog.
    Felices fiestas si no nos leemos antes ;-)

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    1. ¡Felices fiestas! (aunque algo tarde). Hay días de días.

      Gracias por escribir.

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  2. Que bien te lo pasas Andrew!!
    Me alegro por ti.
    Un abrazo, tío, y ya puestos, un buen apretón de rabo.
    Hotdardo 🎯

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    1. ¡Muchas gracias por tus palabras!


      Todo lo mejor para tí también, abrazos.

      ¡Y gracias por el apretón! jejejeje

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