jueves, 23 de marzo de 2023

Mamada de bienvenida - The Attack (Parte 2)




 Decidí hacer una putivuelta de reconocimiento, deber fundamental de todo guerrero guarro del puteo gay. Pasé la cortina y estaba el bar. A primera vista coincidía mi impresión del ropero: putos de todo tipo, cultura, cuerpo, culos y pollas. Rango de edades amplio, por encima parece que el más joven era el chaval-mamador y por allí vi un vejete que no le pude medir la edad, pero era muy mayorcete, más de la sauna Príncipe que del Attack. Mucho maricón entre los 35-45 años, mi rango de edad. 

Me tomo un trago. Converso con dos tíos madrileños que eran pareja y vivían en Berlín. Me hablan de la movida de clubes en Berlín y tal. La verdad la conversación estaba interesante, pero yo quería puteo. Les pregunto si no quieren que nos vayamos a “otro sitio”, dentro del local. Me dicen que no, que después, acaban de hacer un cuarteto con unos chicos y querían reponer fuerzas. Les digo que yo estoy llegando y que me voy de cacería. ¡Suerte! Me dicen los chicos. 


Paso a la zona de chill-out, nada de sexo. Los que estaban por ahí solo se dedicaban al magreo, nada más. Paso frente al sling y lo que siempre he dicho: ¿puede haber algo más triste en el mundo que un sling sin usar? Todos pasaban del sling. Había un tío cerca que estaba vigilando el sling, era alto, cuerpo tallado con moderación y bigote a lo Freddy Mercury. Le pregunto si me subo en el sling me folla. Me dice que no, que él solo quiere ver. ¿Quieres que te folle?, le pregunto. No, él solo quiere ver. No perder tiempo, me digo. Continúo hacia la jaula y la cruz de San Andrés. A los alrededores había un poco de todo. Muchas mamadas. Todo en parejas, muy castos y moderados todos. Veo a una pareja que está en intercambio de mamadas. Contrario a mi costumbre decido incorporarme. No les gustó y se separan. ¡Qué pena!, me digo, he separado a esta parejita. Bueno, por fortuna de maricones está lleno el mundo.  


Continúo puti reconociendo. En la habitación blanca donde está la ducha hay tres parejas en plan mamadas. Solo eso, nada de intercambio entre ellos. Me voy al laberinto. ¡Allí estaba todo el mundo! Acción a saco. Mamadas y folladas. Considerando que había cortado el hechizo de la pareja anterior decido ser más respetuoso. Aunque vamos, precisamente uno viene a estos sitios para que le falten a uno el respeto. Por lo menos, eso dice mi culo.  

 

(Continuará) 




 

2 comentarios:

  1. Que triste lo del sling! Y mira que tiene posibilidades de muchos morbos. Yo pienso lo mismo. Pero es igual de triste que un local de sexo lleno de beatas y mojigatos, jaja .. ;-)

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    1. Sí. En efecto, a veces los locales tienen buenas instalaciones, está bien ambientado e incluso, todo es de maravilla. Pero si la peña no está motivada, ni que estemos en el puto paraíso será suficiente.

      Gracias por escribir.

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