miércoles, 17 de mayo de 2023

Maricón egoísta (Octopus parte 2)


 


La experiencia con el negro y los chavales había sido agradable. Hubo buen trato, buen magreo, mucho respeto, pero faltaba el morbo y las ganas de más acción. ¿O es que me estoy convirtiendo en un viejo marica más exigente? Puede ser. Pero me quedó claro que el negro no quería ir más allá, por lo menos no en ese momento. Voy al bar, converso un rato con el barman, ha llegado más gente. La fauna va con el local, mundo bear. 

Sin esperanzas, pero sin ánimo de derrota doy la segunda putivuelta. 


Paso por el cine y veo a una pareja que está en un rincón con intercambio de mamadas. Me siento en una posición que me permita contemplar el espectáculo. Me refiero a las mamadas reales, no a las que están en pantalla. Al cabo de unos minutos se me acerca uno de los chavales de la piscina, el que me tenía el dedo en el culo, se arrodilla y me regala una mamada de polla. Creo que el negro lo dejó sediento. De cerca lo contemplo mejor y calculo unos 21 años. No os voy a negar. De pronto siento que me había enamorado y que podría vivir un romance (sexual) con el chaval. Era guapo, de buen mamar y cortés. El chaval come mi polla con paciencia y dedicación. Me regala chupadas de bolas y no descuidaba mi culo, el cual acicala y metía el dedo una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez. Yo me descubro enamorado y activazo. Le cojo la cabeza con mis manos y le cambio los ritmos de la mamada. Más rápido, más lento. Bola izquierda, bola derecha. Ojete. Vuelve al capullo. Estoy a tono y listo para sellar nuestro amor con una follada. Lo quiero follar allí mismo, a lo bestia. Pero antes de pedir su culo se marcha el chaval, como si no hubiera pasado nada.


Me quedo con ganas de continuar. Se ha acabado el amor y ahora queda la desilusión. Me siento como novia que ha probado las mieles del sexo con su novio y en la noche de desvirgo el novio ha desaparecido. Me quedo viendo la película sin verla, la pareja que estaba cerca se ha ido. Quedo solo en la inmensidad del cine. Solo los actores porno están “disfrutando” del amor y del sexo. [Entre comillas, porque les pagan por “actuar”].  Despierto de la desilusión, no duró más de cinco minutos. Voy a por otra ducha, lavar un poco el culo que quedó lleno de saliva. No queda de otra: hay que seguir buscando machos. 


En el trayecto a las duchas no pasó nada. Una que otra tocada de paquetes, pero nada trascendental. Me apetece un baño turco, a ver si termina de desaparecer el idilio con el chaval. Entro. Me siento a disfrutar de las instalaciones. ¡Os digo en serio! A pesar de querer putear también necesitaba el punto de relax.  


Al rato entran dos tíos. El primero con cuerpo machacado en GYM, el segundo delgado, pero una polla de unos 19 cms. El chico Gym se sienta a mi izquierda y a la izquierda de él se sienta el pollón. El chico pollón comienza a mamar al chico Gym, el chico Gym coge mi mano derecha y se la lleva a sus pezones. ¡Venga! ¡A trabajar los pezones! Lamo y toqueteo su pezón izquierdo. Quiero tocar también la polla y decido palpar los espacios que pueda dejanr libre el mamador. ¡Oh, sorpresa! El tío que estaba mamando me quita la mano de manera brusca y grosera. Sin embargo, el activo que estaba dando de mamar, lleva de nuevo mi mano a su polla a lo que el mamador dice que no.  


Decido tomar un rol más activo y, recordando que el tío delgado era pollón, pienso que quizás le guste que le coman su polla mientras él come. Mamar y ser mamado, esa es la cuestión. Me acerco al tío delgado, cuando voy a tocar la polla me la quita con la misma brusquedad. Contra mi costumbre decido insistir, solo que esta vez le busco el culete. ¡Nada! Trato brusco. Vuelvo a mi sitio, al lado del tío Gym quien tiene los ojos cerrados. Me quedo tranquilo. Al rato el mamador se levanta a respirar. “Es mi putioportunidad, pensé. Me voy de cabeza a la polla y logro engullir dos centímetros de la polla del tío Gym, pero el delgado me saca de allí. El tío Gym le dice:  


Joder, tío! ¡Que tienes que ser cortés! 


El tío delgado se ha atragantado con la polla y solo le escucho balbuceos de que no, no dejará esa polla. 


Es un egoísta! ¡No quiere compartir! Por eso el mundo está jodido y dominado por heterosexuales. Les digo con tonillo de ironía. Creo que no lo entendieron o están muy concentrados en su faena. 


Me levanto a por otra ducha, quizás una cervecilla y a seguir puteando.  


El mundo no se va a acabar. 

 

(Continuará) 




2 comentarios:

  1. Vaya, pensé que con el de 21 años acababas en boda, jajaja... Y que borde el tipo ese. Con lo bonito que es compartir las cosas buenas de la vida !!!

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    1. ¡Y mira que lo pensé! ¡lo de la boda! Pero bueno, a culo satisfecho, vuelvo a la rutina.

      Gracias por escribir.

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