¡Qué fortuna al encontrarme con Montserrat! ¡A Montserrat le encanta follar por el culo! Debo sentirme afortunado porque no es normal conseguir a una tía en estos días que le gusta que le den por culo. De hecho, es casi imposible. Muchas tías ven en que ser folladas por el culo es menospreciar su feminidad, por eso es difícil salir con tías que le gusten que las follen por el ano. En la mayoría de los casos, cuando uno les propone con todo respeto hurgar por la puerta de atrás, me he encontrado con tías que se ofenden y no desean volver a follar conmigo o con la típica tía que cree que es una broma. En tres ocasiones me ha pasado que las tías han accedido pero demuestran una fuerte inexperiencia como miedo, temor, rechazo y asco. El caso de Montserrat es una bendición que se debe a su neurosis: la pobre no quiere quedar embarazada y al mismo tiempo, no desea quedarse sin follar; entonces, para seguir disfrutando del sexo fue poniendo a prueba su culo, el cual recibe mi polla con cariño y ternura. Montserrat hace un pésimo sexo oral, por lo cual, sigo yendo a las saunas a disfrutar con otros machos del sexo entre hombres, cosa que tiene sus ventajas y sobre todo ofrece un deleite diferente. En varias ocasiones, Montserrat me ha dicho que está feliz conmigo porque además de que soy un tío sumamente tranquilo, me tomo mi tiempo para trabajar su culo, ¡y es que nos gastamos una buena pasta en lubricantes para su ano!, por cierto, a veces me los llevo para una sauna y así aprovechar que me den por culo a mí también. Montserrat tiene la piel blanca y su piel se pone roja cuando se excita. Montserrat se vuelve una perra lujuriosa y sexualmente difícil de satisfacer por lo que me toca darle por culo una y otra vez.
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Me gusta que ambos tenemos la seguridad, la confianza y el amor en el otro para disfrutar de lo que nos gusta, me gusta darle a por culo y a ella le gusta recibir su buena dosis de polla mientras se masturba y
juega con su clítoris. Pienso que me gané el premio gordo porque lo que
me excita más que cualquier cosa en el mundo, a ella también le excita! Ella no me chupa bien la polla, he de reconocer, pero hace
su mejor intento, usa mucho los dientes y a veces me chupa el pene con
mucha fuerza, cosa que lejos de excitarme, hace que pierda la erección. No la he forzado -aún- a que se
trague mi semen, sin embargo, en varias ocasiones me he corrido sobre su
vientre o sus pechos, veremos si se atreve más adelante…, aunque yo lo dudo.
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De vez en cuando le como el coño y me gusta como me
estruja la cabeza contra su coño. ¡Y pensar que ella se ve tan seria y recatada
con su traje cuando va a la universidad, con su actitud de doctora en historia del arte que es incapaz de ver a un tío desnudo! ¡Es una perra! ¡En la intimidad es una
perra! ¡Y eso nos gusta! En la intimidad es toda una zorra. Me gustaría con
ella y con otro tío formar un menage a trois, pero me temo que en eso
Montserrat es muy conservadora y no se dejará follar por otro…, eso creo, igual
no hemos conversado sobre eso. Me gustaría darle por culo a Montserrat
mientras veo que ella le chupa la polla a otro tío o mejor aún, follármela
mientras yo me como alguna buena polla.
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¡Me encantaría que un día se levante haciéndome ver que
necesita más compañeros de juegos sexuales! Chupando y babeando en descuidado abandono pollas y bolas,
exprimiendo el presemen y lamiéndolo mientras ella me mira con sus ojos diciéndome
sin decir una palabra que mi pene es tan bueno como este, y que además me
pidiese mi polla para recibir su talentos orales! ¡Me encanta eso! ¡Mostrándome el
semen de otro macho en su boca y en su cara!
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Con Montserrat dejamos las mamadas para los fines de
semana. Me gusta hacerle sexo oral con tiempo, paciencia y delicadeza. Me gusta
lamer su coño y jugar con su clítoris mientras le voy preparando el culete para
penetrarla suavemente. Ella se excita, gime, grita y pide más.
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La relación se ha tornado estable, no quiere decir esto que nos vamos a comprometer o casar, aún no se ha hablado de eso. Tampoco
si Montserrat se vendrá a vivir conmigo –yo vivo solo, ella con sus padres-. He tenido que organizar mis visitas de los saunas los días de
semana porque dedico los findes a pasarlos con Montserrat. Esto me ha permitido
descubrir nuevas pollas, nuevos habituales y nuevos ritmos en las saunas y
clubes de sexo de Madrid.
Bueno, si se habla, igual todo se andará ;-)
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