miércoles, 6 de febrero de 2013

Sobre mujeres en el cine





Mucho se habla de que al Cine Alba no van mujeres. De hecho, en medio de alguna de mis innumerables pajas con un abuelete, este me comentó que hubo una época en que habían señoras que por unas monedas te hacían una paja, te la mamaban o se dejaban coger en el baño. Es decir, habían abuelas que ejercían la prostitución en la sala. Eso no me consta y jamás lo he visto. Si algo me gusta del cine Alba es que todo es por placer, nada se hace por dinero.

En mis frecuentes incursiones (¡y vaya que son muchas), he llegado a ver a dos mujeres, las cuales siempre han ido acompañadas de un hombre. La primera vez que ví a una,  era una señora como de unos cuarenta y cinco años acompañada por un caballero de la misma edad. Se fueron directo al gallinero y se sentaron en la segunda fila de butacas.

Hay que recordar que al cine se va a follar o a ver la película o las dos cosas al mismo tiempo. Lo cierto es, que este cine como área de cruising lo permite todo, y parte de ello  es dejar que los demás te vean mientras haces una mamada o mientras te follas a alguien. Está como implícito. Aunque he visto a tíos que después de que están “chupa-que-chupa” les entra de pronto una vergüenza porque están siendo observados y te dejan la polla caliente e hirviendo, tan sólo se les ocurre la clásica frase: “vamos al lavabo”.

Lo cierto es, que la presencia de una  mujer de Verdad-Verdad (para diferenciar a la de las películas), causa revuelo en la sala. Yo supongo que algunos esperan que sea una guarra y que todos los del cine se la follen o que por lo menos el tío que la acompaña se la coja allí, delante de todos. Pero no, no es así.

La primera mujer, como os decía, iba con su pareja. Estuvieron todo el tiempo viendo la película. Me acerqué par de veces a ver si la tía por lo menos le comía la polla al tío o de pronto el tío le metía los dedos en el coño. Pero nada de nada. Al contrario, como ya os dije una mujer de Verdad-Verdad causa revuelo y la cantidad de tíos que se aglomeraron alrededor de la pareja lo que hizo fue que el tío se encabronara y comenzará a maldecirnos a todos, que qué coño os pasa, ¿qué?  ¿no habéis visto antes una mujer? ¡a mirar la película y que os den por el culo! ¡Y eso pensaba yo! En vez de estar pendiente de la chica, ¡que nos dieran por el culo que para eso estábamos!

La segunda vez, era una señora de unos cincuenta o sesenta años acompañada de un chaval. Bueno, un chaval para ser ella pues al tío le calculé unos treinta y cinco años. Lo que me llamó la atención de esta pareja era que iban muy bien vestidos ¡y qué casualidad! ¡se sentaron en el mismo sitio donde meses atrás había estado la otra pareja! Ésta pareja también fue el centro de atención por unos veinte minutos, pero, a diferencia de la anterior, no prestaban atención ni a la gente ni a la película. No entendí que conversaban, pero parecía algo serio. Mi imaginación voló y pensé varias cosas: quizás eran amantes y necesitaban un sitio discreto, donde nadie los viera y se metieron al Alba. Quizás la señora era una prostituta y el chico tenía el sueño de follar a una tía en el cine delante de todos. Quizás eran familia y estaban planeando como asesinar a un miembro de la familia de quien heredarían una inmensa fortuna. Todo esto en medio de la oscuridad de una sala X mientras tíos sueñan que tías en pelotas le comen la polla cuando en realidad es otro tío sediento y hambriento de pollas.

No he tenido la oportunidad, pero me han contado que a veces hay una movida interesante de travestis en el cine. Hasta ahora no he visto el primero, pero no dudo que debe ser una fantasía interesante.

Por ahora, las únicas tías que se atreven a todo las he visto en las películas.

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