martes, 20 de agosto de 2019

Crónica agosto 2019 (4 de 5)



(4)

No me puedo quejar. Este verano he follado como nunca con Montserrat. Lo que me preocupa es que Montse le ha cogido el gusto a follar por el coño  y yo me sentía afortunado de follarla por el ano. Es muy raro conseguir a chicas que disfruten del sexo anal sin complejos ni dolor, y por esa razón, si Montserrat no desea follar por culo nunca más, voy a tener que volver con frecuencia a las saunas o clubes de sexo gay.

Hoy hemos follado ya dos veces: al despertar en la mañana y en la tarde después de la siesta. Es probable que follemos por lo menos unas dos veces más..., siempre por la vagina.

A mi pesar, me faltaba satisfacer mi lado homoerótico, es decir: comer polla, que me follasen y todas esas sensaciones agradables que solo provocan con otro macho, así que decidí usar una vez más Grindr. Me encontré de nuevo que los tíos estaban a varios kilómetros de distancia, sin fotos en sus perfiles y querían que yo les mandase fotos de mi cara y mi polla antes de ellos mandar algo. Pues la verdad me pareció muy aburrida la situación y le escribí al tío que estaba más lejos de mí pero que tenía foto en perfil.

Era clásica foto con gafas oscuras. El tío se veía regordete. Sin perder tiempo me manda una foto de su polla. En la foto se aprecia una pollo de tamaño pequeña pero bastante gruesa y de capullo grande. De esas pollas que son dignas de lamer un buen rato y por qué no, hacer el intento que entre por culo. 

Le doy las coordenadas para que nos encontremos. Él anda en coche así que le indico para vernos justo donde me había visto con otro tío algunos días atrás. Tendría que buscar excusas para salir de nuevo. Esta vez le digo a Montse que hace falta vino y que quiero escoger algo bueno. Le digo que calculo que entre una hora y media y dos máximo estoy de regreso. Me pone cara de que le parece raro gastar tanto tiempo pero Montse sabe de mis obsesiones con el vino y no me dice nada. 

Una vez llegado el punto espero y a los cinco minutos aparece el coche que me había descrito el tío. Le hago cambios de luces. Él hace lo mismo. Se acerca. Es un oso enorme de unos cuarenta años, aunque después supe que tenía treinta y aparentaba mayor edad de la que realmente tenía. Le digo que me siga y nos metemos en el camino que Manu me había enseñado.

Al llegar me dice que entre a su coche. Cosa que hago de inmediato. No perdemos tiempo y comenzamos a magrearnos las pollas. Me dice que es casado y que no tiene mucho tiempo que quiere lamer mi culo. Como norma de cortesía le digo que tengo el culo limpio pero algo sudado. Me responde que no le importa, que así le parece mejor. 

Así que con toda la incomodidad del mundo me quedo desnudo de la cintura para abajo, me pongo en cuatro patitas y como es muy incómodo estar así dentro del coche saco la mitad del cuerpo por la puerta del copiloto. El tío se da un gusto. Lo escucho gemir mientras me lame el culo. Siento su lengua y cómo me va introduciendo los dedos en el culo mientras se pajea con otra mano. Yo mientras tanto lo disfruto. Estoy pasivo total. Tengo las dos manos ocupadas sosteniendome en la puerta. De pronto, por fracciones de segundo me parece que he cruzado la mirada con un tío que estaba pasando al fondo de un sendero haciendo footing. Simplemente no sé sí fue mi imaginación o fue algo que pasó realmente. Me comienzo a preocupar y le pregunto al tío que cómo va. Me pide que le coma la polla. Entro por completo al coche y comienzo a devorarle la polla. Era enorme y de gran capullo como en la foto.

El tío me dice que se va a correr, que si me quiero tragar su leche. Le digo que no. El tío se pajea allí mismo y se viene sobre él. Yo me hago una manola y llego en cuestión de segundos. Ambos dejamos su coche por dentro lleno de semen. Le pregunto si tiene con que limpiar y me saca de debajo de su asiento un trapo lleno de grasa. Le digo que yo cargo kleenex en el coche. Voy a por él. Después de limpiarnos cada quien agarra su camino.

El tío se va primero. Yo decido sacar las dudas de mi cabeza y me asomo por lo que creo es un sendero y en donde creí ver al tío en cuestión. ¡Vaya! ¡Era un sendero de footing! Justo me asomo y pasan dos tías -muy guapas por cierto- de unos cuarenta y cinco años. ¡Que si han querido se han podido desviar y encontrarme en cuatro patitas mientras me comían el culo!

Así que doy media vuelta. Enciendo el motor. Voy a por el vino. ¡Se me jodió el sitio para cancanear con otros tíos! 

Una vez de regreso a casa. Montse me pide más sexo. No me queda de otra.

Así es la vida.



 (4 de 5)




4 comentarios:

  1. Ainsss... niño. Me da que te lo pasaste mejor con el primero, aunque te dejara a medias. ¿Puede ser?
    Y a Montse tendrás que reeducarla, jeje... Por lo menos, una de cada dos, por detrás ;-)

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    1. Eso es cierto. Y la Montse por lo menos una de cada tres lo pide por detrás. ¡Qué dicha!

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  2. Si es que cuando el sexo es bueno,no importa repetir las veces quwçe haga falta....
    Y Perro tiene razon: no perdais las buenas costumbres con Montse.
    Un abrazo,
    Hotdardo 🎯

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