miércoles, 11 de octubre de 2023

Ánimo anal


 


ATTACK.

Domingo. Noche.

Creí que el ajetreo había pasado, pero me planté por si las moscas y, vaya tela, había hueco pa' colarse. Casi eran las 21 h. Había un mogollón de peña con un hambre y unas ganas que flipas, se notaba que más de uno llevaba un rato en faena. Apenas me cambio un chaval, de unos 21 años, aunque aparentaba menos edad, me come la polla con dedicación. Me lame las bolas y busca mi culo. Pero pasó rápido y así como llegó, se fue, dejándome con ganas de más caña.  

Hago la respectiva putivuelta y al cabo de unos minutos estaba en un rincón toque que toque con un tío de buen ver. Le toco el culo y ¡oh, sorpresa! Culo abierto de par en par, relajado y lubricado. El tío me dice que le han dado cinco machos en distintos momentos, que se ha corrido mientras le rompen el culo, pero él quiere más. ¡Menudo culo! Ante un culo tan lubricado y un tío tan risueño -y guapo- no me quedó otra que follarlo. Goma, sin lubri y pa’dentro. Fue un buen polvo. El tío gritaba como una zorra, pero yo creo que lo hacía para excitarme o no hacerme sentir mal, porque mi polla entraba y salía como si nada. Como estábamos en plan intenso, yo sentía que me iba a correr, le digo al tío quien me pide que me corra en su boca. En cuestión de segundos el tío estaba de rodillas ante mi, me quitó la goma y me hace una paja manteniendo mi glande dentro de su boca. ¡Me corrí como nunca! ¡Lefa y lefa! El tío era hábil y no dejó que se derramara ni una gota de leche.  

Nos despedimos y cada quien se fue por su lado. 
 

La noche era joven y es que, a mí, en los últimos tiempos me ha dado por satisfacer polla y culo. Si se puede al mismo tiempo, pues muy bien. Si no, pues a cada cosa su turno. Así que continué en homoputeo. Me comí algunas pollas, todas exquisitas, fuertes y con ganas de ser mamadas. ¡Pero ninguna me quiso follar! Luego de más putivueltas apareció uno de los innumerables chavales que le había comido la polla. Nos hicimos mamadas mutuas, luego el tío se dedicó a mi culo, el cual lamió con mucha saliva. Yo estaba en éxtasis y le pedí que me follara, cosa que hizo de inmediato. Goma, lubri y a reventar mi culo. 


Era una polla larga, gruesa. El tío no me la metió completa, creo que no quería causarme dolor. También sucedió que follamos de pie. Si hubiera estado en cuatro patitas esa polla entra completa por mi culo. ¡Que os hablo por experiencia! El tío se corrió dentro de mí. Nos despedimos, como si nada. Yo continué dando vueltas. Degusté como unas seis pollas más. Todas memorables, pero ninguna se corrió sobre y ninguna otra estaba de ánimo anal. 

 
Salí satisfecho y servido.





2 comentarios:

  1. Pero no te puedes quejar. Follaste, te follaron y comiste unas cuantas buenas pollas ;-)

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    1. ¡Ay compi, eres un crack soltando perlas! Jaja, la verdad es que la vida hay que vivirla a tope. Aquí entre risas y buenas experiencias, ¿verdad? Y oye, que siempre hay tiempo para disfrutar de las cosas buenas, ya sabes.

      Gracias por el toque de humor y buen rollo. Que este año te traiga aún más anécdotas para contar. ¡A darle caña a la vida! 🚀 ¡Un abrazo!

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