jueves, 19 de diciembre de 2024

Sexo en Buenos Aires, Argentina (Parte 14) - Glory Holes


 


Decido tomar una ducha. Estaba entrando fauna a la sauna, aunque no con la dinámica de otros tiempos. Antes. Un domingo a esta hora, no se podía pasar, macho. Ahora, si bien había gente, no era como antes. Pese a ello, en mi camino hacia las duchas vi gente mamando y follando. Gente que no le importa ser vista y que le da morbo al lugar. Luego de la ducha, me tumbaría en algún apartado a dormir una siesta. Después, probaría suerte en los glory holes, esta vez como pasivo-mamón.  

Subo al segundo piso, a la zona de los apartados. Había poco movimiento. Se escuchaban algunas parejas en folleteo con el clásico sonido de quejidos de placer y del mete-saca. Algunos tíos estaban tumbados en las camillas con la puerta abierta haciendose una suave paja, clara invitación para pasar y chupar o que sea lo que Dios quiera. No os negaré que era muy, pero muy tentador. Pero yo me había decidido a probar los glory holes como pasivo y me apetecía la siesta. 

Entré a un apartao y me encerré con llave. Dormí profundo, hasta que la pareja que follaba en el apartado de al lado le dio por follar a lo bestia, las embestidas contra la pared de cartón-piedra me despertaron. No sé cuánto dormí, pudo haber sido dos minutos como una hora, pero el tiempo fue suficiente para recobrar fuerzas e ir a probar los glory como puto pasivo. 
 
En el trayecto a los glory, cuando entro al cine, en el último sofá había un tío, en pelotas, masturbándose. Ante la mirada de putito activo que tenía y yo de pasivo, decido calentar los motores y me acerco para mamar un rato. Me siento a su lado y sin mediar palabras o gestos, me llevo ese cipote a mi boca. Estaba la polla muy limpia y con mucho presemen. Tallo y bolas estaban a tono y casi por reventar. Estaba muy entretenido, pero recuerdo a lo que vine: a los glory. Así, que me levanté, no sin antes agradecerle desde luego. 

En el trayecto a los glory, que no podéis olvidar queda al final del cine, hacia el lado derecho de la pantalla, pues vi mucho movimiento y morbo. Parejas, tríos y hasta cuartetos en intercambio de todo: mamadas, pajas, folladas. Si algo me gusta de los clubes de sexo es esto, que la peña esté desinhibida. No tiene que ser necesariamente permisivo todo, es decir, que se quiera follar con todo el mundo. Pero una vez que uno hace un buen lige, ¿por qué no dejar que los demás disfruten a nivel visual?  

Estaba en estas cavilaciones cuando llego a la zona de glories.


(Continuará) 




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