Cuando joven me
costaba mucho ligar con chicas. Y
todavía ahora, a mis 42 años, me cuesta mucho liarme con una tía y acabar de
buenas a primeras en la cama. En estas cuatro décadas creo que he ligado cuando
mucho con diez tias, incluyendo aunque sea una follada. Es una estadística muy
pobre en comparación con otros tíos. Todo lo contrario cuando descubrí el mundo del
cruising gay. El cruising es el arte de follar por follar preferiblemente en
lugares públicos, sean estos lugares permitidos para ello o no y sin necesidad
de establecer relaciones sociales y sentimentales después.
XX
Recuerdo que tuve que
hacerme unos exámenes médicos después de mi ataque al corazón y aproveché para hacerme la prueba del SIDA,
¡por suerte salió negativo! Recuerdo que el médico estaba viendo los exámenes y
se encontró con el del SIDA, sorprendido me preguntó que por qué me lo había
hecho, que no era necesario. Le respondí que me los hice por no dejar, porque
había tenido una que otra experiencia no planificada. Aunque esto de
“planificado” es relativo, meterte en una sauna y lubricarte el culo bien
merece tiempo para “planificarse”. El médico me preguntó cuantas parejas había
tenido en el último año y no le supe responder. Al llegar a casa, me puse con
papel y lápiz a contar: en enero tantas veces a tal o cual sauna, se la mamé a
siete, en otro me follaron tres, más allá me follé a cinco, tantos me la
mamaron; después fue en el Cine, tantas folladas, me follé a tantos, tantos me
follaron; y estuve así hasta que cerré un ciclo de doce meses. Lo cierto, es
que haciendo memoria y lista, en un año había follado con más de 120 tíos y
sólo con Isabel. Isabel, como sabéis algunos es una abuela que ejerce la
profesión más antigua del mundo y me la paso la mar de bien con ella.
XX
Comento todo lo
anterior, porque desde que me sumergí en el mundo del cruising gay de Madrid y
Barcelona, me descubrí a mí mismo mucho más sensual, mucho más “erotizado” como
homosexual que como heterosexual. Hago todo este gran preámbulo porque
tropezarme con Madeleine fue fortuito. Una coincidencia del destino había
querido que nos encontráramos los dos en Barcelona, ella de vacaciones yo por
curro.
XX
Ella me comió la polla. Yo le comí el coño.
XX
(Continuará)
1 - ¿Un ataque al corazón ya tan joven? !!!.
ResponderEliminar2 - ¿Cuando hablas de follar con 120 tíos, están incluidos los que solo hubieron mamadas? Es una curiosidad más semántica que morbosa ;-)
3 - A ver si empiezas ya con el relato !, Jajajaja...
Eliminar¡Pues sí! Al parecer condiciones genéticas. Cuando hablo de follar ciertamente incluyo a todos: folladas, mamadas, pajas, en fín, quizás exageré y he debido decir "gestos de cariños", je je je je.
Saludos