Cuando comencé a escribir este blog lo hice con la
intención de dejar constancia por escrito de mis Aventuras en el Cine Duque de
Alba o Tirso de Molina, como lo prefiráis llamar. No tenía preconcebido
ningún plan, sólo pretendía escribir una
o dos veces por mes algunas de mis anécdotas. El Cine Duque de Alba como zona
de cruising en Madrid fue muy conocido desde los años ochenta. Todo aquel que
haya practicado con frecuencia el cruising ha debido ir aunque sea una vez al
Cine Duque de Alba. En mi caso, bisexual de closet, era el Cine mi zona favorita de cruising porque además de que me
pillaba cerca el metro y el autobús vía a mi casa, el ambiente es tranquilo y
los vejetes eran sumamente amables. Siempre deseosos de alguna caricia y de
alguna polla, allí me llegué a encontrar con abueletes que hacían unas mamadas
magistrales y que después de comerse unas siete u ocho pollas, se iban a buscar
a sus nietecitos para cenar en casa con su mujer y sus hijos.
XX
En los últimos años el blog ha ido tomando otra forma.
Se ha convertido en mis anécdotas homo-eróticas a través de Madrid y de
Barcelona. He pensado en cambiarle el nombre al blog, pero saber que el Cine
Duque de Alba ya no existe más, me da una pena profunda en el alma, así que por
razones de nostalgias aún lo sigo llamando como se llama. Actualmente relato
mis aventuras en zonas de cruising, mis travesuras en los distintos Orgullos,
en la bruma de las Saunas o incluso a través de las nuevas aplicaciones como
Grindr.
XX
También comenté que desde que terminé con Laura, chica
guapa pero de carácter un tanto difícil y para colmos un mal polvo, dediqué
muchas horas a descubrir y explorar mi lado homosexual. Tanto que hoy en día me
suelo considerar 70% Gay-Activo y 30% Gay-Pasivo. Aunque la verdad sea dicha,
no llevo la estadística exacta y al momento suelo actuar como sea. Algo es
seguro, me gusta dar de mamar. Me gusta entregar mi polla a quien sepa sacarle
sus jugos y si tiene una barba de tres días y sabe usarla en mi glande mucho
mejor.
XX
Sin embargo, esta crónica es una crónica
heterosexual. De cómo un día sin pensarlo ligué con una canadiense que estaba
de paso por Barcelona. No fue un gran polvo. Pero la tía era muy maja y creo
que merece su historia. Es en estos momentos cuando me pregunto si debería
abrir otro blog para estas anécdotas. Bueno, en fin, que les narraré la
historia de cómo me comí un coño canadiense y como éste devoró mi polla,
XX
(Continuará)
A veces resulta complicado seguir escribiendo un blog, sobre todo monotemático, lo digo por experiencia, porque también le viene a uno en ganas de escribir sobre todo aquello que le llama la atención, interesa o forma parte de su propio mundo, que al menos en mi caso es el 95% (por lo menos) de lo que no cuento.
ResponderEliminarLa idea de abrir otro blog, sin dejar el que ya tengo obviamente también se me ha pasado numerosas veces por la cabeza, pero si no lo hago es porque no tendría tiempo ya para absolutamente nada más, y disminuira a la vez el tiempo y dedicación al blog principal.
De todas maneras, aunque el tuyo se haya centrado en unos aspectos, ampliarlo no lo desvirtua, sino que más bien lo complementa.
Ánimo y a seguir escribiendo, que yo te seguiré leyendo ;-)
¡Gracias Perro por los ánimos!
EliminarUn abrazo